Es común que los políticos digan que “El pueblo es inteligente, intuitivo, sabio” y adulos similares. La verdad es todo lo contrario. La mayoría de personas van a votar obligadas por la necesidad de tener el Certificado de Votación. Pero ni saben, ni entienden ni les importa eso de “Destino de la Patria”.
Ahora está en juego algo muy importante: Nos libramos del correísmo que ha sido un dogal durante 15 años (pues este “morenato” ha sido una extensión de lo mismo, seguramente en agradecimiento por el fraude del “apagón informático” que le permitió llegar a una inmerecida posición)
Si por desventura llegara a ganar el candidato títere de Correa volveríamos a la época nefasta: despilfarro de los fondos públicos, robo y peculado, mentiras y agresiones a todo el que diga algo que al déspota no le agrade, persecuciones y asesinatos, y también el fin de la libertad de prensa y expresión. Los medios de comunicación han publicado una carta en la cual advierten del peligro. Por desgracia a la gran mayoría de votantes no les interesa el asunto. Le importa que gane el que ha ofrecido 1.000 dólares por voto, así luego no cumpla; a esa enorme cantidad de votantes les llega el ofrecimiento que luego ellos también olvidarán.
Pero allí sale el déspota a decir que son mentiras, igual que el financiamiento de la narco guerrilla colombiana, que siempre negó aunque se supo ciertamente que fue verdad y que por eso vinieron las facilidades para el tráfico ilícito de drogas, el comercio interno y el microtráfico.
Lo que se pida o exija ahora, cuando esa gente no nos gobierna, no tiene mayor importancia. Cuando tengan el poder la cosa será distinta. Con perseguir y amenazar a los jueces, fiscales y a la opinión pública harán lo que quieran y la Libertad de Prensa, y todas las demás libertades, serán letra muerta igual que antes. (O)
