El Gobierno británico obligará a vacunarse contra la COVID a los empleados de residencias de mayores en Inglaterra, confirmó este miércoles el ministro de Sanidad, Matt Hancock, entre críticas de las empresas del sector, que temen litigios y dificultades en la contratación de personal.

En una intervención ante la Cámara de los Comunes, Hancock explicó que, aunque la «gran mayoría» de trabajadores del sector de asistencia social se han inmunizado al ser citados por el Servicio Nacional de Salud (NHS), hay algunos que no lo han hecho, lo que, dijo, pone en riesgo las vidas de la gente a su alrededor.

«Por eso impulsaremos medidas para asegurar la obligación (de vacunarse) como condición para trabajar en residencias, y además ahora abriremos un periodo de consulta para ver si adoptamos el mismo enfoque en el NHS, para salvar vidas y proteger a los pacientes», declaró.

Hancock rechazó obligar a vacunarse a toda la población pero insistió en que es una medida «sensata y razonable» en el caso de quienes trabajan con población vulnerable, que además deben hacerse tests periódicos.

El titular de Sanidad esta hoy en el centro de una polémica, después de que Dominic Cummings, ex asesor del primer ministro, Boris Johnson, difundiera un mensaje de WhatsApp donde el líder conservador tilda de «inútil» a su ministro.

Preguntado por los periodistas, en otro momento, si es inútil, Hancock, respondió: «No creo».

Antes de que el político confirmara que la vacunación será obligatoria para trabajadores de residencias, públicas o privadas, la cadena pública BBC reveló que esos empleados -salvo los exentos por razones médicas- contarán con un plazo de dieciséis semanas para inmunizarse y, si no lo hacen, podrán ser recolocados o despedidos.

El presidente del Grupo independiente de servicios de asistencia, Mike Padgham, que tiene varias residencias en el norte inglés, declaró a la emisora que obligar a la vacunación creará muchos problemas, de contratación y legales.

«Parece que luchamos dos batallas, contra la COVID y en varios aspectos contra el Gobierno, que no parece entender al sector de asistencia social», declaró.

«La gente debe vacunarse, cada empleado debe hacerlo, pero creo que la manera de abordarlo es a través de la persuasión y no de la coerción o la obligatoriedad», añadió.

La medida planeada por el Gobierno se aplicará solo en Inglaterra -la región más poblada del Reino Unido, con 56 de los 67 millones de habitantes-, pues Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus propias competencias.

En Inglaterra, se estima que unas 40.000 muertes por covid se han producido en el ámbito de residencias y cuidado social, frente a un total de 127.926 decesos en todo el Reino Unido desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.

Según los últimos datos oficiales, 30,4 millones de personas han recibido ya las dos dosis preceptivas de la vacuna en el país, un 57,8 % de la población adulta, y 42 millones, un 79,8 %, han sido inoculados con la primera, que empezará a ofrecerse estos días a jóvenes de 18 años. EFE