OPINIÓN | La asambleísta Cerda hizo una demostración precisa de lo que significa el cinismo y la apología de la corrupción. “Si van a robar, roben bien” frase para dejar estampada en las memorias de la historia política nacional. Sí, y además esa frase le salió del alma, y no venga a decir que en su naturaleza de quichua hablante no entendió su contenido.
Esta costumbre de llegar a ocupar puestos en el ejercicio político, para pescar a río revuelto en cualesquiera de las instancias, es casi una práctica continua en el país. Siempre se escucha que los diferentes políticos “piden” tal o cual área o dirección para buscar sus propósitos; es posible que algunos lo hagan con el afán cívico de mejorar la realidad de tal o cual institución, pero, también, hay de los otros que están buscando como tener prebendas personales.
El presidente Lasso ha sido muy claro, referente a frenar de un solo tajo los intentos de corrupción. Emitió un código de ética en el cual se expresa con total frontalidad que no tendrá reparos para castigar cualquier evidencia de corrupción, por lo cual, diríamos que vamos comenzando bien.
El problema es que las otras instancias del Estado, salvo las declaraciones expresas y directas del Presidente de la Corte de Justicia, de llegar a tener una justicia limpia y sin amarres, no se han hecho presentes para impulsar en sus niveles de manejo de la cosa pública el fortalecimiento de la ética; y, más bien como en el caso de la asambleísta Cerda, se quiere levantar el espíritu de cuerpo, para salvarla y que todo quede en el silencio.
Con todo lo que se han robado en este país, se podría haber construido más escuelas, hospitales, se hubiera atacado el grave problema de la desnutrición infantil y que ahora es un objetivo del gobierno central para erradicarlo. Si la práctica de los políticos, llegaría a tener un vademécum, en el cual, queda expresado que no es posible, en ningún caso, jugar con los sagrados dineros públicos, iríamos de seguro por el camino del bienestar y el desarrollo. Se necesita liderazgo y practicar con el ejemplo. (O)
