Es sabido que los errores se pueden cometer por acción y por omisión, y la omisión, es decir, el dejar de hacer algo para que se consume una infracción o aún un delito, es una práctica bastante común dentro de la administración pública, incluida, lamentablemente, la administración de justicia. Y no se diga en el “país del guineo”, cundido por la corrupción, y donde sobran los inventores de las trampas, de las triquiñuelas, de los plazos vencidos y, claro, porque no, de los errores de buena fe, patentados por el inefable Alexis y hoy convalidados, increíblemente, por don Shalva Quizhpe, en la inútil tarea de reivindicar a la asambleísta Cerda, su compañera de bancada.
Lo sucedido en la comisión de fiscalización de la Asamblea Nacional, con motivo del trámite del juicio político al ex contralor Celi parece, a no dudarlo, una auténtica clase de idioma griego, es decir, donde nadie entiende ni jota. Y por supuesto, si ni los directivos de la comisión están claros sobre lo que ha sucedido, los miembros de la comisión tampoco y la secretaria igual, ¿cómo un cristiano, común y silvestre, va a “darse en cuenta” en que parte del camino el célebre “informe” sufrió un “imprevisto retraso” y no llegó a tiempo al escritorio que debía llegar? Informe tan importante, tan vital para el sonado juicio y resultado de un laborioso trabajo, ¿cómo se hizo para lograr que se incluya en la larga y maloliente lista de los documentos de “plazo vencido”?
Y ahora, que paralelamente se tramita un juzgamiento a la asambleísta Cerda, y los votos necesarios para inclinar la balanza en uno y otro caso, se vuelven “volátiles” y extremadamente apetecibles, el intríngulis surgido nos permite ensayar mil y una conjeturas, una de ellas, la posibilidad de que los votos para salvar a uno y otro, se encuentren indisolublemente entrelazados, ¡como en el matrimonio!
La dirigencia de la Asamblea y de la comisión de fiscalización tiene que encontrar un muy buen pretexto para explicar lo del informe atrasado, si no lo hacen, habrán dado un enorme paso en falso en sus afanes de reivindicación y recuperación de la confianza institucional. (O)
