¡Cómo nunca, el país vivió un largo feriado de cinco días! Vehículos transitando desde todos los puntos del país, en búsqueda de un descanso, que les permitiera tomar energías, para volver a la vida diaria de trabajo, de estudio y de dedicaciones diarias.
El país con su economía deprimida, debió haberse recuperado en alguna medida. ¡Qué bien por aquellos ecuatorianos que estuvieron vinculados al turismo: hotelería, restaurantes, transporte, sitios públicos y más posibilidades de servicio a los visitantes!
¡Cuenca se ha engalanado en sus 201 años de <independencia y ha registrados muchos miles de visitantes! No hay duda que esta ciudad exhibe una magia muy especial. Su arquitectura clásica, sus iglesias, sus plazas y sus ríos, con sus parques lineales, resaltan una fisonomía muy particular. Adicionalmente, no es posible dejar de mencionar la cultura de sus gentes, por algo, cuatro universidades aseguran un elevado nivel de los cuencanos que, hacen de esta ciudad, un rincón para la academia, para la industria y el comercio, para el desarrollo artesanal, aspectos que se enmaran en una gastronomía sin igual. Cuenca es una ciudad con magia y encanto particulares. A más de la calidez de los cuencanos para recibir a sus visitantes, con su música en el hablar, no hay duda que, “Cuenca hermosa de fuentes y flores”, atrae a los turistas, los cautiva y los mantiene en un permanente recuerdo, la atracción por esta ciudad “Patrimonio de la Humanidad”. (O)
