La presentación del libro, Clever kléber, la semana pasada en el auditorio del Museo Municipal de Arte Moderno, más allá del acto literario fue una oportunidad para encontrar a buenos amigos como, el doctor Kléber Mollina, autor de la obra y el doctor Segundo Serrano, hombre de cultura con una brillante trayectoria a nivel regional y nacional, encargado de hablar sobre el libro sus motivos y valores.
He leído con interés y fascinación por su buen manejo del idioma, por su clara intención didáctica, por el oportuno recurso de la anécdota como herramienta para reforzar propuestas, por la sutil secuencia narrativa de paisajes, hechos y personajes de nuestra cotidianidad rural, urbana y ultra urbana, planteados para servir de algo más que satisfacer el gusto de leer que caracteriza a quienes ven en el libro una oportunidad de ampliar horizontes y recreación ilustrativa. El autor propone la lectura como una actitud y estilo de vida. Es la evocación parte central del argumento literario, La vida del protagonista desde su infancia campesina signada por limitaciones en el hogar, escuela y comunidad; el pueblo natal, su paisaje natural y humano descritos con evocadora simpleza y natural ternura; el colegio, el barrio, la universidad y la medicina como profesión de servicio; la migración como respuesta a la necesidad de superación y cumplir metas. En la segunda parte desarrolla sus propuestas y conceptos como: actitud, motivación, persistencia, disciplina, amabilidad, flexibilidad, creatividad y objetividad, concepciones universales, pero confrontados y sometidos a validación en la práctica a través de sus experiencias como médico, migrante, padre, amigo, educador y facilitador.
Es un libro con mucha información, he disfrutado y aprendido de su lectura, pero, sobre todo, creo que puede ser una excelente guía en el duro camino de la superación personal y en la búsqueda de la felicidad que, a fin de cuentas, es la sublime y simple, por lo mismo más difícil, aspiración en la vida. (O)
