Todo el mundo sabía de los viajes frecuentes a Miami del “hermanito lindo” Carlos Pólit, frase con la cual se dirigía, alegremente, a José Serrano. En 2016, rompió el récord, con itinerarios hasta semanales, a vista y paciencia del exfiscal Galo Chiriboga, y de la tristemente célebre expresidenta de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional María José Carrión, para quienes nunca pasaba nada con el “Contralor de lujo” como le calificaba el expresidente Correa.
Desde 2017 se radicó oficialmente en Miami, huyendo de Ecuador al tener una sentencia por concusión, y un juicio por posible asociación ilícita hasta ahora no instalado, por encontrarse prófugo. Así, Pólit se dedicó a construir una historia con rasgos de serie policial, con los más de 10 millones de dólares en pagos de sobornos de la constructora Odebrecht a cambio de beneficiarla a la firma brasileña en los informes de la Contraloría, que de acuerdo con el Departamento de Justicia de los EE. UU. habría recibido entre 2010 y 2016.
A Pólit, ahora detenido, la justicia de EE. UU. le acusa de conspiración por ejecutar y encubrir lavado de dinero, y “participar en transacciones de propiedad derivada de actividades delictivas”, cargos por los cuales podría llegar a tener sentencias acumuladas por 100 años.
Con esta verdad a cuestas, los ecuatorianos ingenuos, que todavía creen en la “persecución política” a los del clan de las atrocidades, se van quitando la venda de los ojos, para mirar quien realmente es este delincuente y su camarilla. Un twitter de Fernando Villavicencio indicó: “El Contralor 100/100 Carlos Pólit, reveló que desvaneció $80 millones en glosas de Odebrecht porque era una disposición del gobierno de @MashiRafael”
Es de inferir, que estos “trabajitos” no son gratis; en la cascada de la delincuencia organizada, los coautores y cómplices se irán descubriendo cuando Pólit, a través de la “cooperación eficaz” cante todo lo que sabe, y allí veremos ese “tujoso” apresuramiento de los amigos asambleístas seguidores de los fugados y presos, para nombrar al nuevo Contralor, cambiar a los representantes de los órganos de control, ir por la Fiscalía, crear la “Comisión de la Verdad”, y librar “políticamente” a los corruptos, de los cargos imputados por sus fechorías. Bien por la justicia de EE. UU. Si así llueve que no escampe. (O)
