Marco Carrión Calderón
Resulta preocupante y causa indignación el ver los resultados de las famosas “mesas de diálogo” entre el gobierno y las organizaciones indígenas. Con una desvergüenza sin límites el gobierno pretende sentirse orgulloso y satisfecho de los “acuerdos” habidos despúes de meses de reuniones con los dirigentes de esas organizaciones que sometieron otrora al país en medio de un caos sin precedentes, que cometieron delitos y ocasionaron enormes perjuicios a la economía.
Ahora nos venimos a enterar que el gobierno, de manera sumisa, ha aceptado las imposiciones de los señores indígenas y dado marcha atrás en una serie de planes y programas de interés estatal.
Por ejemplo, María Brown, a nombre del gobierno, entregó toda la Educación Cultural Bilingüe, con presupuesto, escuelas y docentes, a la dirigencia indígena. Es sorprendente, indignante, la entrega completa a organizaciones civiles, por más respetables que sean, con recursos económicos incluidos, de la educación pública.
Es clarísima la intención de esos líderes, pero sobre todo de quienes los manejan en calidad de asesores y consejeros, mariateguistas irredentos, de “formar” a esos niños y jóvenes de acuerdo a sus principios e ideología y así tener en el futuro ejércitos de alborotadores que faciliten a los “ideólogos” indígenas cambiar la orientación del Estado de acuerdo a sus turbios intereses. ¡Y el gobierno ha entregado la Educación intercultural!
Según la Constitución y la Ley, la Educación Pública es obligación del Estado y a él concierne su manejo y direccionamiento.
Así, nos han dicho que hay 218 acuerdos como resultado de ese diálogo, pero no podemos caer en el engaño, en la mayoría de casos se trata de cesiones que ha hecho el gobierno, de sus facultades y atribuciones, a la minoría indígena que ha llegado a creerse dueña del país.
Sería bueno que el país llegara a saber quiénes son los que están detrás de los Movimientos Indígenas en las exigencias sobre las modificaciones de los subsidios a los combustibles. Se asegura que en lo laboral se lograron 17 acuerdos, pero que las Organizaciones no quisieron firmar el acta de cierre donde constaban esos acuerdos. (O)
