Los robos de bienes, accesorios y autopartes de vehículos están entre los tres principales delitos que se cometen en Cuenca y Azuay.
Estos ocurren a diario en esta ciudad. Los delincuentes se sustraen, especialmente, un dispositivo electrónico que se lo conoce como “cerebro” o “computador” que controla todo el funcionamiento de los automotores.
También se llevan los controles de puertas y ventanas; las mascarillas; radios; retrovisores; y otros componentes electrónicos. Todo lo robado luego lo ponen a la venta en locales de repuestos y talleres eléctricos.
Ante esta realidad, diario El Mercurio presenta una nueva edición del seriado “Por una Cuenca Segura”, que se publica los sábados con información práctica orientada a la autoprotección ciudadana.
Bandas
Para Patricio Maza, mecánico electricista, quien tiene un taller en la calle Coronel Talbot, hay redes delictivas que se dedican a robar y luego a comercializar lo sustraído.
“Para la delincuencia resulta ser un negocio bastante rentable, pues van y roban y en horas o pocos días ya lo venden. Algunos robos incluso se cometen bajo pedido por lo que la entrega y el cobro son inmediatos…”, dijo.
Acotó que, “cada vez hay más casos de estos e incluso hay personas que han sido víctimas de estos robos y encuentran sus mismas cosas en algún almacén de repuestos usados…”.
Y esto fue lo que le ocurrió a Diego R., quien la mañana del último miércoles dejó estacionado su vehículo en la calle Octavio Diaz y avenida González Suárez, mientras retiraba unas impresiones de un local.
Robos
En menos de diez minutos delincuentes rompieron una ventana y se robaron casi todo el tablero de su auto Hyundai Tucson. También se llevaron una mochila con respuestos de computadoras.
En la ciudad creemos que hay redes de delincuentes que se dedican a robar accesorios de vehículos, pues tienen la facilidad de venderlos rápido incluso a sus mismos dueños, lo que les resulta un negocio bastante rentable…
Patricio Maza, mecánico electricista.
En pocas horas y por recomendación de un mecánico logró conseguir sus mismos accesorios a cambio de 1.300 dólares. Quien se los vendió solo responde mensajes en WhatsApp y le envió en un taxi a su casa.
Algo similar le ocurrió a Irene C., quien igualmente el 30 de noviembre pasado dejó su auto, un Chevrolet Sail, en la calle Camilo Ponce y avenida Paseo de los Cañaris para entrar a la casa de su hermana.
Tardó unas dos horas y cuando salió los antisociales habían forzado una de las puertas para sustraerse la radio, el “cerebro”, los controles de las puertas e incluso el velocímetro. Ella tuvo que viajar a Azogues para conseguir los respuestos para su carro.
Algunos eran los mismos que le robaron. Tuvo que pagar unos 900 dólares por todo lo sustraído.
Evite las zonas desoladas u oscuras para dejar su carro
Una de las principales reco mendaciones para evitar ser víctima de los delincuentes que se dedican al robo de accesoristas es no dejar los vehículos en espacios desolados y sitios con poca iluminación.
Es recomendable siempre tener un sistema de alarma altamente sensible y que no pueda ser manipulado, para que ante cualquier intento de robo se active y solo el propietario conozca la forma de desactivarla.
En el mercado usted puede conseguir alarmas que van desde los 150 dólares y que son muy
seguras. Asimismo, puede instalar sistemas de alertas para que cualquier notificación le llegue a su celular o computador.
Del mismo modo, algunos talleres de latonería ofrecen la instalación de seguridades para evitar que los delincuentes roben el “cerebro” o “computador”, que es un dispositivo sin el que los vehículos no funcionan.
Igualmente se sugiere no comprar respuestos robados dado que esto genera un circulo delictivo, que hace que los delincuentes hagan de esta práctica ilícita algo muy rentable. (CSM)-(I)
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6 robos de accesorios de vehículos se reportan a diario en promedio en Cuenca. Otros no se denuncian.
546 robos de bienes, accesorios y autopartes de vehículos se reportaron en 2021 de acuerdo con datos de la Policía Nacional.
600 dólares en promedio cuesta el “cerebro” o “computador” de un vehículo liviano de las marcas más comunes.
