En estos últimos días hemos visto en redes sociales un particular contenido audiovisual muy agridulce. Al espacio lo han denominado el “El caballero de la noche”. Se trata de sketches que tienen como protagonista a un Batman popular, con el símbolo de un cuy. Un producto ácido y aburrido.
Es que los videos no son para nada atractivos. Vemos al personaje hacer chistes absurdos sin nada de gracia. Es más, han caracterizado a este sujeto para que hable de manera agringada, que se le hace difícil el español. Pareciera que a estos productores los han contratado para elaborar material humorístico con tintes políticos, pero creo que nada efectivos.
Antes de invertir dinero en programas irracionales se debería investigar si los cuencanos consumimos este tipo de productos. Estoy seguro de que nuestros gustos son más exigentes. Nos gusta contenido que genere valor. Que nos sirva para mejorar nuestra vida diaria.
Es que en una campaña política cualquier elemento es usado para obtener votos. Influencers, productores, actores, pintores, deportistas y demás personajes son usados para posicionar el mensaje del candidato. Cueste lo que cueste, los políticos quieren beneficiarse de la creatividad que brindan estos espacios, para obtener el apoyo ciudadano.
La moda de los superhéroes en el ejercicio público no es nueva. Algunas instituciones municipales han elaborado estrategias marketineras para vincular los personajes de los cómics con el servicio público. Recuerde usted como la EMOV lanzó la campaña de la Liga de la Movilidad, para que los ciudadanos se concienticen en el respeto de las señales de tránsito. ¿Habrán tenido algún efecto? Algún día lo sabremos.
¿Pero, cuáles serán las filosofías políticas de los superhéroes? Pues déjeme decirle que eso no importa en una campaña electoral. Pero lo que sí le puedo asegurar es que utilizar los recursos de la ciencia ficción, al estilo guacharnaco, laceran a la cultura cuencana. Pongan un poquito más de creatividad. (O)
