Rubén Andrade, de 67 años, llegó junto a su hermana Zaida al Cementerio Patrimonial de Cuenca desde las 08:00. Trajo varias fundas llenas de flores artificiales amarillas y rojas, y unas cuantas herramientas improvisadas como tijeras y tenazas para arreglar el lugar donde los restos de su padre, Fausto, descansan desde hace 5 años. Al …











