La indignación se funde con el sarcasmo que adornaba la conversación en las filas de las gasolineras. En Cuenca no hay gasolina, o su distribución era muy limitada. Las explicaciones gubernamentales, si bien estaban fundamentadas, parecían una nueva lección de geografía. Las risas refrescaron, como las aguas del famoso río, que, por supuesto no vienen …











