
La costumbre de levantar cruces en los límites de las ciudades del Ecuador tiene su origen en la colonia.
Tras la fundación de Cuenca en 1557, los conquistadores españoles colocaron estas señales religiosas como parte de un proyecto doctrinario y espiritual que buscaba marcar el territorio y afianzar la fe católica.
En Cuenca, varias cruces se convirtieron en símbolos tradicionales: la Cruz del Vado, la Cruz de Todos los Santos, la Cruz del Barrial Blanco y la Cruz de San Sebastián.
Si bien no corresponden a las originales del siglo XVI, conservan un profundo significado religioso y cultural.
Su presencia recuerda el pasado colonial y alimenta una serie de leyendas que han sobrevivido gracias a la tradición oral y la educación.
En esta nota le contamos algunos detalles históricos recopilados sobre las ‘Cruces de Cuenca’.
Leyendas recogidas por Vicente Cordero

El escritor cuencano Vicente Cordero recopiló en su obra Leyendas de Cuenca varios relatos vinculados a estas cruces.
Allí constan testimonios de habitantes que aseguraron haber escuchado o conocido historias sobrenaturales en torno a ellas.
La Cruz de Todos los Santos

Ubicada en el barrio del mismo nombre, cerca del río Tomebamba, se considera uno de los lugares más antiguos de Cuenca.
En su obra, Cordero recoge el testimonio de Rosario Roldán, vecina del sector. Ella relató que, en una noche oscura, un hombre se topó con una anciana sentada en la calle.
La mujer le pidió que la llevara consigo a cambio de joyas y oro. Movido por la ambición, aceptó y la cargó en brazos.
A medida que avanzaba, el peso de la anciana aumentaba hasta volverse insoportable. Al mirarla de cerca, descubrió un rostro demoníaco que le decía: “Tu alma ya es mía”.
Preso del terror, el hombre se abrazó a la cruz. En ese instante, la figura desapareció en medio de relámpagos y maldiciones.
La tradición oral señala que la cruz de Todos los Santos fue un símbolo de protección en una zona considerada de paso obligado hacia la parte baja de la ciudad, lo que refuerza su carácter de “escudo” espiritual.
La Cruz de San Sebastián

Se encuentra en una de las esquinas del parque del barrio San Sebastián, un sector que desde la colonia marcaba el límite occidental de Cuenca.
Según el relato recogido por Cordero de doña Teresa Chuqui, un joven sin ocupación fija, aunque buen cristiano, deambulaba una noche pensando en riquezas.
Entonces, se le apareció una mujer hermosa que le ofreció fortuna y compañía.
El muchacho aceptó, pero pronto la mujer mostró un rostro espantoso y lo reclamó para sí.
Aterrorizado, el joven corrió hasta la cruz del parque y se aferró a ella. La aparición desapareció de inmediato, dejando un fuerte olor a azufre, símbolo de lo demoníaco.
El barrio de San Sebastián, era considerado un lugar de encuentros y celebraciones, lo que reforzaba el carácter popular de la cruz como punto de protección comunitaria.
La Cruz del Vado

El barrio El Vado, conocido como puente entre el centro histórico y la salida hacia Turi, también conserva una de estas cruces.
La leyenda señala que un hombre encontró a un niño llorando en medio de la calle.
Lo levantó para ayudarlo, pero a cada paso el peso aumentaba hasta casi aplastarlo. Solo cuando llegó a la cruz, el niño desapareció.
El relato fue registrado como ejemplo de cómo lo demoníaco puede disfrazarse de inocencia, y el poder de la cruz como último recurso de salvación.
En la memoria del barrio, la cruz del Vado representa un símbolo de identidad, pues marcaba el límite hacia la zona artesanal de la ciudad.
Significados y elementos comunes
Las leyendas muestran elementos recurrentes:
- El mal adopta diversas formas,anciana, mujer joven o niño, para tentar a los hombres.
- El acto de abrazar la cruz representa la salvación y la protección divina.
- La presencia de luces, relámpagos o azufre refuerza el carácter demoníaco de las apariciones.
- Todas las historias incluyen un componente moral: la codicia, la ambición o la ingenuidad conducen al peligro, mientras que la fe ofrece la redención.
La ruta de leyendas en Cuenca
En 2008, la estudiante Adriana Narváez Vásquez presentó como trabajo de titulación la propuesta Ruta de Leyendas en la ciudad de Cuenca para niños.
El proyecto buscaba rescatar el patrimonio intangible de la ciudad a través de la narración de leyendas en sitios emblemáticos.
Características del proyecto
- Dirigido principalmente a niños en edad escolar, con un enfoque educativo y lúdico.
- Con un recorrido guiado por el centro histórico de Cuenca, con paradas en lugares vinculados a las leyendas.
- Se narra una historia local y se incluían actividades pedagógicas, ilustraciones y dinámicas de grupo.
- Incluye tanto las leyendas de las cruces como otras narraciones tradicionales: Los Gagones, Julián Matadero, la Campana del Convento, el Cura sin Cabeza y el Pastorcito.
¿Se implementó la ruta?
El proyecto fue diseñado como una alternativa factible para promover el turismo cultural y la educación patrimonial, pero no ha sido ejecutada.
Aun así, el valor del proyecto radica en que consolidó un circuito narrativo de leyendas locales, organizado en un formato que podría ser implementado en escuelas, recorridos turísticos o actividades culturales en la ciudad.
Memoria y patrimonio de Cuenca
Las cruces de Cuenca no son simples hitos urbanos. Son símbolos que condensan historia, fe y mito.
Desde el siglo XVI hasta hoy, han permanecido como puntos de referencia en la ciudad y como escenario de historias que aún despiertan curiosidad y respeto.
Al detenerse frente a ellas se observa una estructura de piedra o hierro y el eco de relatos que recuerdan cómo la tradición oral se transformó en parte esencial del patrimonio cultural de Cuenca, Azuay y Ecuador.