
El Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene registrados 233 partidos y movimientos políticos, a nivel nacional, provincial, cantonal y parroquial, pero apenas 2 tienen actividad relevante en este momento y el 80 % ni siquiera cumplen con los requisitos de ley, por lo que se hace necesaria una depuración.
En un estudio realizado por la corporación Participación Ciudadana y la UDLA se identificó este número de organizaciones políticas y se detectó las falencias que han permitido la proliferación de partidos y movimientos que, en realidad no tienen una actividad constante y ni siquiera cumplen con los requisitos de ley.
Ruth Hidalgo, decana de la Escuela de Ciencias Políticas de la UDLA, recalcó que la dispersión no tiene justificación, pues es imposible que las 233 organizaciones políticas representen a 233 ideologías, lo que evidencia que los partidos se han convertido en “vehículos o taxis electorales, sobre los cuales se montan los intereses particulares de quien quiera llegar a ser un candidato”.
“¿Cómo ayuda el número de 233 partidos dispersos a nivel del país para mejorar la democracia, cómo ayuda o no ayuda el número excesivo de partidos y movimientos políticos para que la representatividad política legítima?”, señaló Hidalgo.
Sin forma de ubicarlos
En el estudio se determinó que el 80 %, de los 233 partidos y movimientos no tienen forma de ser ubicados, pues no han cumplido con los requisitos mínimos para ser registrados.
No poseen RUC, que es indispensable para que rindan cuentas; no registran dirección: no tienen local físico; y, nadie contesta los teléfonos que fueron registrados en su inscripción. Todos estos requisitos están establecidos en el Código de la Democracia.
La ligereza para permitir las inscripciones desencadena en hechos como el ocurrido en 2018; en solo un mes, entre agosto y septiembre, mientras se realizaba la transición de autoridades en el CNE, se inscribieron 102 nuevos movimientos.
Uso clientelar de los partidos
La facilidad con la que en el país se registran las organizaciones políticas ha llevado a que exista un uso clientelar de los partidos y movimientos, en la que el “dueño” decide a quien candidatizar.
“Son 266 partidos y movimientos listos para ser comprados, alquilados, para ser vehículos”, afirmó Hidalgo, quien recalcó que las elecciones primarias, en las que supuestamente se elige a los candidatos, no son más que una pantalla, pues el dirigente ya tiene definido, a veces con años de anticipación, a quien candidatizará.
A esto se suma que los partidos se han convertido en negocios familiares, el estudio identificó varios casos en los que director tiene en la dirigencia a su esposa, hijos, primos; lo que demuestra una debilidad política estructural, que luego se replica en las instituciones, como la Asamblea, donde en el actual período se denunciaron 20 casos de nepotismo.
Aparecen y desaparecen
Simón Jaramillo, subdirector de Participación Ciudadana, recalcó otro fenómeno detectado en el estudio, los partidos y movimientos tienen una vida activa de menos de un año, el resto del tiempo, desaparecen, para volver a aparecer en tres años.
“Detectamos un montón de partidos que estaban dormidos tres años, se despiertan en abril, buscan candidatos de mayo a junio, se inscriben en agosto y septiembre, hacen campaña en diciembre, llegan a las elecciones en enero, pierden muchas veces y en febrero se vuelven a dormir, por 3 años más”, explicó Jaramillo.
Un cambio estructural
Para la proliferación de partidos y movimientos no continúe, Participación Ciudadana presentó propuestas de reforma al Código de la Democracia, que incluye la profesionalización de las organizaciones políticas, es decir, que se les exija una capacitación y actividad permanente.
Además, se sugiere la eliminación de la figura de adherentes y el mapeo de los partidos, o sea, determinar si efectivamente cuentan con los afiliados que aseguran tener y si la organización política cumple con todos los requisitos.
“Exigir al CNE y a los partidos un padrón serio, que se pueda verificar y de acceso público, en el que deben estar solo afiliados que han sido mapeados, individualizados; esta base debe servir para las elecciones primarias, unas primarias de verdad, en la que los afiliados votan por los candidatos”, afirmó Jaramillo.