
La madrugada de este 24 de septiembre del 2025 el presidente Daniel Noboa se trasladó a Otavalo, ciudad que se ha convertido en el epicentro del paro nacional; llegó con una amplia cobertura policial y militar y en la mañana realizó actividades públicas, en las que entregó bonos.
John Reimberg, ministro del Interior, confirmó el nivel de confrontación que existe en esta ciudad de la provincia de Imbabura; el 80 % de las vías que están bloqueadas por manifestantes a nivel nacional, se encuentran en este sitio.
Con su traslado a Otavalo el mandatario repitió lo que hizo el 13 de septiembre del 2025, cuando trasladó la sede de la Función Ejecutiva a la ciudad de Latacunga, lugar desde donde tradicionalmente se han movilizado las organizaciones indígenas y que es un territorio liderado por Leonidas Iza, expresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
“Nosotros damos la cara y daremos la cara en todo el país, esto no es el Gobierno del 2019, esto no es el Gobierno del 2022, este es un Gobierno fuerte”, afirmó el presidente de la República en su discurso en Otavalo.
Tras reunirse con el Bloque de Seguridad, se conoció que el primer mandatario salió de Otavalo; la vicepresidenta, María José Pinto, quien desde el 13 de septiembre trabaja desde esta ciudad, también habría dejado la ciudad.
Un afán de confrontación
Para el politólogo Alfredo Espinosa, la decisión del presidente, de movilizarse a la ciudad de Otavalo, pese al nivel de violencia que existe, es una muestra de que, bajo la protección de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, se siente seguro de confrontar a las organizaciones indígenas.
“Si bien con el número de miembros de la fuerza pública dificulta la protesta, esta se reactivará, porque la presencia de Noboa se convierte en la pólvora que enciende aún más la chispa; a esto se suma la campaña de deslegitimación, acusando a los manifestantes de terroristas, la estrategia puede costarle caro al presidente y repetirse lo que pasó en Otavalo, que le tocó salir en helicóptero”, recalcó Espinosa.
Aunque concuerda en que la posición del primer mandatario es confrontativa, el analista político Cristian Carpio considera que el presidente podría estar encaminado en lograr su objetivo: dividir, aún más, al movimiento indígena.
“En Latacunga y en Otavalo ha mantenido reuniones con agrupaciones indígenas, les ha dado bonos; además, con su llegada a Otavalo abrió las vías, envió el mensaje de que no teme, ni se arrepiente de la decisión que tomó (alza del diésel)”, afirmó el experto.
El bloqueo a Quito
Los expertos coinciden en que el presidente, con la estrategia de mover la sede a Cotopaxi ha logrado algo que en los dos anteriores paros no se alcanzó, ni siquiera con la fuerza pública: proteger a Quito de las protestas y de los daños que estas dejan.
“Estratégicamente, Quito tiene una connotación, es el centro de la toma de decisiones del país, por eso fue el centro de las protestas del 2019 y 2022; hoy han pasado más de 10 días de que se anunció la eliminación del subsidio al diésel y no se han producido manifestaciones de mayor envergadura; en los dos anteriores paros, a estas alturas, Quito había sido destruida”, resaltó Carpio.
La realidad actual es otra
Aunque Alfredo Espinosa resaltó que el presidente Noboa logró dispersar la discusión sobre el paro, con el llamado a consulta popular para realizar una asamblea constituyente, también considera que la situación actual, frente a la del 2019 y 2022 es distinta, el apoyo ciudadano a este tipo de medidas ha disminuido.
Para Cristian Carpio también es otra la realidad del movimiento indígena, la última elección de la Conaie demostró la división interna que existe; además, perdió el apoyo en las urnas, de los 22 asambleístas que tuvo Pachakutik en 2021, ahora cuenta con solo 9, que también están fraccionados.
“El presidente Noboa se encontró con una sociedad a la que los que los dos anteriores paros le marcaron, por la violencia con la que se manejaron, por eso, aunque no aprueben la decisión del Gobierno, buscan otras formas de manifestar su descontento, que podría ser en las urnas”, afirmó el experto. (I)