Ni bien salimos de los diez y ocho días de una devastadora protesta, cuyas pérdidas económicas nunca se cuantificarán del todo, Azuay y el Austro en general sufren los estragos de un inusual invierno, entendible si asimiláramos el cambio climático, una realidad medioambiental innegable, irrefutable. Ha hecho más fuerte el fenómeno de “La Niña” cuya …











