Pedir disculpas no es fácil y con frecuencia se evita hacerlo con todo tipo de acrobacia verbal, pero, como comenta Adam Grant, negarse a reconocer un error no es señal de fortaleza, sino un síntoma de narcisismo. Para muchos, admitir una equivocación parece una derrota, cuando en realidad es un acto de inteligencia y madurez. …








