“Mi nombre es Francisco. Tengo 59 años, empecé a fumar desde los nueve. A los 21 años me casé. Con el tiempo, cambié la droga en polvo por la líquida: el alcohol. Perdí todo. Toqué fondo. Estuve en coma ocho meses por un accidente. Pero hoy me estoy rehabilitando y doy gracias a Dios”. Este …

