Las bandas de pueblo

Alberto Ordónez Ortiz

OPINIÓN|

El que nació para pendejo, es porque la vida no le dio otra opción o, porque sus incipientes genes estaban ocupados en aprender la tabla de multiplicar que, para que también, era cosa bien difícil. Para un gene en proyecto, debe ser bien complicado, algo así como entender a los gobernantes. Como son muchos -los pendejos y, los otros también- basta con ver lo que se dice en las redes sociales: allí pululan y, en tal medida, que pueden hacer explotar al facebook. Ya ha pasado. Para los mogigatos tengo que recordarles que pendejo, según la RAE,  no es sino “Pelo que nace en el pubis y en las ingles!. Eso no más. No hay para asustarse, aunque a veces esos pelos estén alicaídos, es decir bien pendejos. Como son muchos, hay que tener cuidado con la palabreja, precisamente porque son muchos y nunca se sabe.

Para qué tanto introito dirán mis lectores, pues para explicar algo que es bien peliagudo: palabreja más asequible para las molleras. Según la RAE:“Difícil de resolver o entender”. En cristiano, ¿Qué mismo es peliagudo?, que más que las tales bandas inventadas por el Ministro de Energías, ¿cuánta energía despercidada para lo más de eso?. En lugar de bandas y para evitar toda confusión, hubiese sido mejor que le llamara el subibaja, porque la cosa es bien simple: si el precio del petróleo baja -como ahora- el de la gasolina tambien baja; pero si sube -allí está el truquito- su precio sube. Entre subidas, bajadas y focalizaciones, el subsidio se esfumará entre el aire de las componendas hasta el juicio final por la tarde.

No sé porque, pero me recuerdan a las bandas de pueblo. Siempre había alguien que desafinaba, esa era su gracia, aunque ahora recién entienda porque yo era desafinado para el baile. Cuando el petróleo suba, los gobernantes serán los desafinados: y las cosas se les pondrán pendejas y peliagudas. (O)