Hoy, 16 de marzo de 2021, constituye un día de dolorosa recordación puesto que, en 2020 y en este día, se decretó el inicio de la pandemia del COVID-19 o Coronavirus que, en ciudades como Quito y Guayaquil, cobraron decenas de fallecidos y centenas de contagios y marcó el inicio de una “cuarentena” que superó con creces, los catorce o cuarenta días de un estricto impedimento de salir de las casas. Es así que el sector de la Educación se restringió a la dimensión virtual, así como muchas de las instituciones públicas o privadas que, de igual manera, empezaron a utilizar las plataformas virtuales como Zoom, Duo, Hangouts u otras opciones digitales, marcando una nueva dimensión al trabajo y de las relaciones interpersonales.
A un año de este duro arranque, el país y su sistema de salud, han desarrollado distintos procesos para evitar el contagio, aunque, debemos anotar que la indisciplina de la gente, no ha permitido el necesario aislamiento y la correspondiente cuarentena, de cara al desconocido Covid- 19.
Este año que se cumple en este mes de marzo, ha estado marcado por el aislamiento y la distancia social. Se ha perdido la socialización y el intercambio personal. El miedo o recelo al “otro”, ha sido la tónica en este largo y doloroso año que concluye, en el que, con enorme dolor, hemos dado el adiós a personas muy queridas.
Ojalá, que la vacuna -que adolece de una plataforma efectiva para el registro de las personas- sobre todo en el medio rural, pronto sea una realidad y esperamos poder gozar de una vida más normal en el desplazamiento y en el contacto humano, porque mientras tanto la economía se derrumba. (O)
