No se debe estigmatizar las declaraciones de Carapaz

Luis Muñoz Muñoz

Luis Muñoz

 En el  circuito de la prueba ciclística, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el ecuatoriano Richard Carapaz, entró en la historia al ganar la medalla de oro el  sábado pasado, al cruzar la meta  tras un recorrido de 234 kilómetros. Carapaz, de origen Carchense, hizo el movimiento ganador cuando estaba a escasos 5 kilómetros para llegar a la meta. La prensa mundial ha elogiado  la hazaña efectuada por un ecuatoriano,  de cuna humilde, que ha logrado superarse por su propio esfuerzo y su consagración se hace realidad, al imponerse en la ruta  del ciclismo, en el circuito del Monte Fuji, que tenía como favoritos a las delegaciones de  Bélgica, Italia, España y Eslovenia. Carapaz destrozó la jerarquía y el pronóstico, después de imponerse a base de coraje y valentía en el exigente circuito de la prueba. Los principales diarios del mundo,  en sus ediciones digitales no repararon en consignar elogios para referirse a la ya legendaria Locomotora del Carchi. Richard Carapaz,  merece, que se hable bien sobre él lejos de estigmatizar sus declaraciones, por odio, por  envidia, o por quedar bien con el  Gobierno de  turno,  del cual con justa razón,  ha dicho el deportista  que «no recibió apoyo» , porque «no creyeron» en él, y agregó  que la medalla de oro es de él  y  que el festeja el triunfo  con quienes  le tendieron la mano para apoyarlo cuando la necesitó para alcanzar la hazaña, declaraciones  que han sido sacadas de contexto, y no las toman a las mismas  como un «jalón de orejas», al Ministerio de Deportes del País» y a los dirigentes , que no  apoyan  a los deportistas  destacados,  para  que en olimpiadas como las de Tokio ,  pongan en  alto   el tricolor  nacional. Por lo tanto, su mérito personal, su logro individual, no se lo puede quitar nadie, y que a pesar de nunca haber tenido el apoyo que requería, porque no creían en él, dice al final de su Twitter: ¡Gracias, Ecuador! Richard nos hace entender que el país necesita adoptar políticas que cambien las viejas y caducas estructuras en lo que a deporte se refiere. Los países que logran la medalla de oro, no tienen la actitud de líderes populistas, que promueven el odio, ni tienen la mística de quienes creen en la tiranía, o en la ausencia de la ley. Ecuador necesita entender el valor, el trabajo,  la disciplina del esfuerzo y la tenacidad de sus deportistas y brindarles apoyo, donde no se mendigue dinero para ir a las olimpiadas, en las especialidades  del deporte, el arte y la cultura, sino facilitarles lo que se requiere en un campeonato olímpico. Carapaz, nos deja una lección de vida, de actitud, de coraje y valentía, que  a lo mejor sirva para  que dejen  de ofrecer cosas que no se cumplen, y  su ejemplo motive a todos los ecuatorianos a seguir el único camino al Olimpo y la gloria, es el trabajo, dedicación, esfuerzo, y realismo. Carapaz, no debe rectificar nada,  porque a nadie  han ofendido sus declaraciones, lo único que hace es romper el silencio de todos los deportistas y los amantes del arte y la cultura,  que  jamás han sido  escuchados  y han permanecido marginados  a lo largo de la vida republicana ,  en un país con exclusiones y odiosas discriminaciones  por raza, regionalismo,  condición  social  , religión, o por filiación política, cuando se entienda  que la patria es una sola y que todos los ecuatorianos deben tener las mismas oportunidades, podremos  hablar  de igualdad y equidad. Bien dicho lo de Carapaz, a quien el país debe  agradecerle  y no criticarlo. (O)