Democracia en riesgo

Andrés Martínez Moscoso @andresmartmos

Se dice que las democracias latinoamericanas aún son jóvenes, sin embargo, no toda la región atraviesa sus mejores momentos con relación a la calidad de esta. Si en algo coinciden los informes sobre la materia, es el difícil momento que atraviesan países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, debido a las derivas autoritarias que han tomado.

Sin embargo, no son los únicos casos que deberían preocuparnos, tal cual lo señala el “Latinobarómetro”, encuesta de opinión con 20.000 entrevistas, en 18 países de la región, la cual luego de más de 26 años, indica que la democracia está en su peor momento.

En el último cuarto de siglo, Latinoamérica ha vivido altos y bajos con relación al apoyo democrático. Destacando sus mejores momentos a finales del siglo pasado, y en la primera década del presente (2010), cuando se llegó a un apoyo cercano al 63 %.

No obstante, en 2020, en medio de la crisis económica y sanitaria, esta cifra descendió a niveles críticos, pues el 51 % de los latinoamericanos prefiere una forma distinta (autocracia, líder mesiánico con plenos poderes), a la de la democracia.

Sin embargo, es fundamental preguntarse las razones por las cuales las personas han dejado de creer en la democracia. Y según el Latinobarómetro, estas se resumen en 3 causas: a) tres cuartas partes de la población consideran que el sistema democrático permite el gobierno para unos pocos; b) el 80% de los encuestados cree que la distribución de la riqueza no es justa; y, c) no se tiene la percepción que, exista una igualdad formal ante la ley.

El futuro es incierto, cuando la encuesta muestra que, más de la mitad de la población de países como: El Salvador, Guatemala, Honduras, México, República Dominicana y Brasil, están de acuerdo en otorgar a un líder mesiánico, poderes que incluya que se encuentre por encima del Estado de Derecho y que no respete ni siquiera la separación de funciones.

Es hora pues de trabajar en el fortalecimiento de nuestras democracias, en consolidar partidos políticos con vocación de servicio, y formar a los ciudadanos en el respeto a las instituciones y los derechos humanos. (O)