Cooperativas de transporte recorren por rutas más largas o hacen transbordos de pasajeros.
La vialidad del Azuay afronta un duro revés debido a un temporal caracterizado por intensas lluvias. Tal situación obliga a los viajeros a utilizar vías alternas más prolongadas o hacer transbordos para llegar a sus destinos.
Las lluvias se presentan de forma repentina ocasionando derrumbes, así como daños en las estructuras de las carreteras.
De las tres alternativas a la Costa, la Cuenca-Molleturo-El Empalme está cerrada al tránsito por el macrodeslizamiento en el kilómetro 49. Mientras que la Cuenca-Azogues-Biblián-Zhud-Cochancay, y la Cuenca-Girón-Pasaje, registran deslizamientos.
La Cuenca-Molleturo-El Empalme -que lleva a Guayaquil- se cerró desde el pasado 2 de marzo al tránsito por un lapso de 40 días con el afán de que la empresa Sudinco -contratada por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP)- pueda estabilizar el macrodeslizamiento. Sin embargo, las obras no pueden iniciar por la oposición de un sector de la parroquia Molleturo.
El cierre de la carretera, que atraviesa el Parque Nacional Cajas, genera que todo el tráfico liviano y pesado entre Cuenca y Guayaquil se concentre en la vía Cuenca-Azogues-Biblián-Zhud-Cochancay.
El tránsito por esta carretera es intenso lo cual se acentúa más por la rehabilitación de diferentes tramos que está a cargo de la empresa Concreto y Prefabricados Cía. Ltda -contratada por el MTOP- para mejorar las condiciones de movilidad.
Las cooperativas de transporte que salen y llegan a las terminales terrestres de Cuenca y Guayaquil utilizan obligatoriamente la carretera para cumplir sus turnos.
De acuerdo con Johnny Peralta, responsable de boletería de la empresa Alianza-Atrain en la terminal de Cuenca, se unificaron las frecuencias de la compañía para que todas viajen por la vía Cuenca-Azogues-Biblián-Zhud-Cochancay. Son 50 frecuencias diarias que salen de Cuenca a Guayaquil y viceversa que se demoran alrededor de cinco horas debido al tráfico.
La Cuenca-Girón-Pasaje está amenazada por un macrodeslizamiento al pie del kilómetro 31 (Loma de Masta), sector Guisholoma. El deslave inicia a escasos metros en relación a la calzada.
Además, la vía registra constantes derrumbes, especialmente entre los kilómetros 28 y 35, tramo Portete-Santa Marianita. La maquinaria está en la zona para atender cualquier eventualidad.
Las empresas de transporte que utilizan la carretera para dirigirse a Girón, Santa Isabel y otros cantones del Azuay y de la provincia de El Oro están preocupadas por la magnitud del deslave. Aseguran que no existe otra alternativa, pues el antiguo paso a Girón no presta las garantías necesarias.
Otra de las vías con inconvientes es la Cuenca-La Jarata-Loja. La carretera, a la altura del sector San Lucas, del cantón Saraguro, se cerró desde el pasado lunes a la circulación vehicular por un lapso de 20 días. La causa: el taponamiento de una alcantarilla y el represamiento de agua.
El levantamiento de la calzada y excavaciones se cumplen para evacuar el agua represada con el propósito de sustituir la alcantarilla colapsada. Mientras duren los trabajos se determinaron tres vías alternas: Cuenca-Girón-Pasaje-Río Pindo-Loja; Cuenca-Urdaneta-28 de Mayo-Guadalupe-Zamora-Loja; y, Cuenca-Gualaceo-Chigüinda-Gualaquiza-El Pangui-Zamora-Loja.
Las alternativas son distantes, por tal motivo, dos de las tres empresas de transporte que cubren la ruta Cuenca-Loja optaron por no trabajar hasta que concluyan las obras.
La cooperativa Viajeros es la única que mantiene el servicio, pero con transbordos a la altura de San Lucas. Así lo explicó Jorge Román, conductor de la empresa, quien añadió que el tiempo del recorrido Cuenca-Loja incrementó de cuatro a cinco horas.
Las tres vías al Oriente: Gualaceo-Plan de Milagro-Limón, Sígsig-Chigüinda-Gualaquiza, y la Paute-Guarumales-Méndez están habilitadas al tránsito. Sin embargo, el MTOP solicita a los conductores que eviten trasladarse por la Paute-Guarumales-Méndez hasta que concluya de forma definitiva la construcción del puente sobre la quebrada Jurupis.
El puente, ubicado en el kilómetro 99, a la altura de la parroquia Amaluza, del cantón Sevilla de Oro, está “prácticamente” listo, pero restan terminados para su adecuado funcionamiento. (BPR)-(I)
Pucará en alerta
La Minas-Tablón-Pucará es la vía más afectada de el Azuay a pesar de que se logró habilitar la circulación vehicular.
En la carretera de 37 kilómetros se registran tres puntos críticos ubicados en los kilómetros 7, 16 y 23 que corresponden a los sectores Tablón, Cebadillas y Deuta, respectivamente.
Luis Yánez, alcalde, alertó sobre la posibilidad de un colapso vial, especialmente en el kilómetro 23, donde un tramo de alrededor de 120 metros de un carril presenta un grave asentamiento.
Los técnicos del municipio junto con profesionales del Gobierno Provincial del Azuay y del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGR) hicieron un análisis técnico para una solución.
El alcalde adelantó sobre la posibilidad de construir una variante o la ampliación del ancho de vía. Asimismo, solicitó a los conductores que transiten solo por el día con el propósito de prevenir cualquier eventualidad en la noche. (I)
DETALLES
– Matías Abad, gobernador, recorrió ayer los sectores afectados por las lluvias en Girón, principalmente la zona de Guisholoma. Estuvo acompañado de autoridades municipales y representantes de entes estatales.
– Maquinaria del MTOP, del GAD Provincial y de municipalidades suman esfuerzos para atender las emergencias por las lluvias. Los equipos camineros estarán por algunos días en los sectores con mayores problemas.
