Demanda insatisfecha creciente en salud

Hugo Lucero Luzuriaga

Independientemente de la situación conflictiva política-social que vive el Ecuador, debemos mencionar que el Gobierno nacional satisfecho de su cumplimiento con la vacunación contra el SARS Cov 2, erróneamente, como que se convenció que la salud del pueblo estaba asegurada solo con las vacunas antivirales, descuidando las innumerables obligaciones que tiene en este campo con los ecuatorianos. 

En este contexto, la Ministra de Salud aupada por  las acciones anti COVID, salió al paso ante la demandas del sector salud por: la falta de atenciones, escasez de medicinas e insumos, demanda de equipos y necesidad de más profesionales, al decir que la salud estaba atendida, pero que estaba trabajando para satisfacer todas las necesidades; sin embargo, a los pocos días ante el reclamo del pueblo y la decisión del Gobierno, la funcionaria muestra su complacencia con el decreto  de “emergencia en salud” dando la razón a los verdaderos necesitados de las atenciones y demostrando que a veces se predica en función de hacer quedar bien a su jefe a pesar de la presencia de realidades negativas que padecen las mayorías.

El decreto de emergencia expedido por el gobierno dura tan solo 60 días que cubre al MSP, IESS, ISSFA e ISSPOL para la adquisición de fármacos, ante un desabastecimiento casi total, empero, acoge un solo problema del sector salud, obviando uno grave como es  la demanda insatisfecha creciente por escasez de profesionales de la salud en todos los niveles, exámenes complementarios de diagnóstico y más, que conducen  a que la población que más necesita y la más pobre, no pueda ser atendida oportuna y eficientemente por nuestro sistema de salud.

Podemos decir utópicamente que, estamos ante la presencia de: UNA ENFERMA CASI QUE, PARA CUIDADOS INTENSIVOS, CUAL ES LA “SALUD”, que requiere de urgente, adecuada y completa atención, no solo de parches en función de disminuir las tensiones políticas, sino de una intervención holística pensando que la salud es lo primero, evitando conformismos como es la actitud de dormirse en los laureles. (O)