La medicina está de luto, Fabricio un estudiante de medicina de último año de la carrera se quitó la vida tras sufrir depresión, agravada por situaciones de violencia académica y acoso laboral. Entre las muestras de indignación, resuenan experiencias similares de estudiantes en distintos momentos de formación; la muerte de Fabricio deja ver el lado más oscuro y violento de la institución médica, cuando la educación se vuelve incompatible con el cuidado y la salud mental y el cuidado, en quienes nos formamos para cuidar. En la formación médica, todos alguna vez fuimos Fabricio, las historias que se cuentan en hospitales y escuelas de medicina son anécdotas de supervivencia que naturalizan el poder el como herramienta de disciplinamiento. La ciencia tiene como fin el servicio a la humanidad, es fundamental cuestionar los modelos educativos y promover la empatía y el cuidado como valores fundamentales del futuro que queremos alcanzar. (O)
