La Casa Blanca no contará en 2021 con un inquilino latino tras el abandono de la carrera presidencial del único precandidato hispano, Julián Castro, exalcalde de San Antonio (Texas), quien había hecho de sus raíces mexicanas y humildes orígenes los ejes de su campaña.
“He determinado que simplemente no es nuestro momento”, dijo en un video divulgado por su campaña.
Castro, de 45 años y ex secretario de Vivienda en el Gobierno de Barack Obama (2009-2017), se había situado en el ala progresista del Partido Demócrata y había remarcado la inmigración como una de las prioridades de su programa.
“Estoy muy orgulloso de la campaña que hemos llevado juntos. Hemos moldeado la conversación en tantos temas importantes en esta carrera, dimos la cara por la gente más vulnerable y ofrecimos una voz a aquellos que a menudo resultan olvidados”, agregó.
Pese a ello, y a varias buenas actuaciones en los debates demócratas, había mostrado problemas para elevar su perfil, fortalecer su recaudación y sobresalir en una reñida contienda donde se mantienen más de una docena de aspirantes.
Nieto de mexicana y hermano del congresista federal por Texas Joaquín Castro, el aspirante había lanzado su precandidatura un año atrás en su ciudad natal, San Antonio, como una encarnación contemporánea del “sueño americano”.
“Cuando mi abuela llegó aquí hace casi cien años, estoy seguro de que jamás habría imaginado que solo dos generaciones después, uno de sus nietos sería miembro del Congreso de EE.UU. y el otro estaría aquí delante de ustedes diciendo estas palabras”, afirmó entonces, primero en inglés y luego en español.
La salida de Castro de la carrera por la Presidencia se produce apenas un mes antes de la primera cita electoral que tendrá lugar en los “caucus” de Iowa, el 3 de febrero.
El próximo debate de aspirantes demócratas tendrá lugar precisamente el 14 de febrero en Des Moines (Iowa).
El Latino Victory Fund, una de las primeras asociaciones en respaldar a Castro, subrayó que este suponía la “conciencia” de la contienda presidencial de 2020.
“Comenzó un diálogo fundamental sobre el proceso de primarias demócrata y los desafíos que muchos candidatos de color enfrentan por ello. Nuestra demografía está cambiando y haciéndose más diversa, y debemos asegurar que nuestro diverso electorado está representado en las elecciones de 2020”, afirmó Mayra Macías, directora ejecutiva del grupo.
Según los últimos datos recogidos por el centro de estudios Pew, en EE.UU. hay actualmente 59,9 millones de latinos, lo que supone un 18 % de la población total y un notable salto respecto a los 47,8 millones de 2008.
Para las elecciones de este año, se calcula que 32 millones de latinos podrán votar, lo que supone el 13 % del censo electoral de todo el país.
Como consecuencia, los latinos tienen un enorme potencial para influir en el resultado en estados considerados clave como Florida, Arizona, Nevada, Colorado y Texas.
Las encuestas sitúan, por ahora, al exvicepresidente Joe Biden como el favorito para lograr la nominación presidencial demócrata, seguido por los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren y por el alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg.
A más distancia, entre otros, figuran los también senadores Amy Klobuchar y Cory Booker, el emprendedor Andrew Yang, la congresista Tulsi Gabbard y el multimillonario Tom Steyer.
Las elecciones presidenciales tendrán lugar en noviembre de este año y el nominado demócrata se enfrentará al actual mandatario, el republicano Donald Trump, que busca la reelección. EFE.