
El embalse de Mazar, uno de los principales reservorios para la generación hidroeléctrica en el Ecuador, alcanzó el lunes 10 de febrero de 2025, su nivel máximo de operación: 2.153 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.).
A las 15:00 del 11 de febrero, el embalse se ubicó en 2.152,97 m.s.n.m., según el portal de CELEC EP.
Este incremento en la capacidad de almacenamiento se produce después de un periodo de sequía que afectó al país, lo que redujo los niveles de agua en los embalses y obligó a aplicar cortes energéticos.
Las lluvias en el sur del país, registradas desde mediados de diciembre de 2024, permitieron la recuperación paulatina de los embalses. En enero pasado, Mazar subió 21 metros, mientras que en los primeros 10 días de febrero aumentó tres metros adicionales.
Mazar forma parte del Complejo Hidroeléctrico Paute Integral, uno de los principales abastecedores de energía del país, y que está conformado por las centrales de Mazar, Molino (1.100 MW), y Sopladora (487 MW), para un total de 1.757 MW.
Operación
Milton Pérez, expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Azuay (CIEELA), explicó que, con la disponibilidad de agua en Mazar, se prevé que haya energía hidroeléctrica para un periodo de un mes y medio a dos meses, dependiendo de la carga que manejen las centrales.
Sin embargo, subrayó que la gestión del embalse será determinante para prolongar su aprovechamiento, complementándolo con otras fuentes de generación.
«Si se optimiza la gestión del recurso hídrico y se coordinan las operaciones con centrales como Coca Codo Sinclair y San Francisco, se podría prolongar la generación hidroeléctrica sin afectar los niveles de los embalses», explicó.
Para Pérez, el ingreso de 700 megavatios de fuentes termoeléctricas y de la represa Toachi Pilatón, según lo anunciado por el Gobierno, darían un mayor margen de acción para administrar el agua de Mazar y Sopladora. No obstante, advirtió que es necesario verificar si estos megavatios han ingresado realmente a la red eléctrica.
“Hay los proyectos de las barcazas con 20 megavatios en Elecaustro y 20 megavatios en Santa Elena, tendríamos que ver para cuando están operativos, es decir, si están en ejecución y tenemos sequía, pudiera haber los apagones si es que estuviéramos sin la cota de mazar”, indicó
«Si no ha ingresado nada y con la cota de Mazar en el nivel más alto, tenemos un mes y medio a dos meses para que estos otros proyectos ya se pongan a generar. Todo está en función de lo que realmente se esté ejecutando en el país».
Noboa garantiza que no habrá cortes de luz
El presidente Daniel Noboa garantizó que no habrá cortes de energía eléctrica. “Hemos invertido más de 700 millones de dólares en esto, en termoeléctricas, en Toachi Pilatón y en tener una infraestructura a tope para el próximo estiaje que vendría a ser en abril (…) Hemos recuperado más de 500 megas en Termoeléctricas”, afirmó en una entrevista en Radio Centro, el 11 de febrero de 2025.
Pérez enfatizó que es fundamental evitar los errores del pasado. “En ocasiones anteriores, se advirtió sobre la sequía y la necesidad de gestionar bien el consumo, pero no se tomaron medidas adecuadas. Se permitió que todos consumieran libremente, sin regulación”, aseguró.
El experto aconseja promover la eficiencia energética e implementar campañas de ahorro. Entre otras medidas, sugirió monitorear el consumo de las empresas mineras, la industria y otros sectores para regular su demanda.
En octubre de 2024, el embalse de Mazar se acercó a su mínimo histórico, lo que afectó su operatividad y se dieron cortes de luz de hasta 14 horas diarias.
Rigoberto Guerrero, subgerente de Gestión Ambiental de ETAPA EP, dijo que debido a las lluvias registradas en diciembre, enero y lo que va de febrero los caudales de los ríos Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara están en niveles normales.
“Estas condiciones también favorecen al caudal de entrada a las represas”, señaló.
Se pronóstica sequía
El subgerente de Gestión Ambiental de ETAPA EP informó que los pronósticos climáticos indican que las sequías serán más prolongadas e intensas.
Los últimos análisis muestran un calentamiento acelerado: en 2024, Cuenca superó los 30 grados Celsius, rompiendo el récord de 2023, cuando la temperatura máxima alcanzó 29,2 grados Celsius. “Si esta tendencia continúa, es probable que en 2025 también enfrentemos sequías, aunque no se puede anticipar la magnitud”, dijo.
En 2023, se registraron 118 días de sequía, cifra que aumentó a 160 en 2024. Además, se prevé un déficit de humedad en abril de 2025, lo que sería un cambio hidrológico “bastante drástico”.
“Abril y mayo, por lo general, son lluviosos, de cumplirse este pronóstico estaremos hablando de que la ciudad cambiaria completamente su dinámica de lluvias”. Rigoberto Guerrero, subgerente de Gestión Ambiental de ETAPA EP.
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