Rehabilitación social

En la mitología bíblica, el asesinato de Caín a su hermano Abel es de los primeros hechos que se narra. La delincuencia es un componente negativo de la condición humana y se ha dado en todas las culturas que, por diversos caminos, han buscado combatirla. Tenemos la posibilidad, mediante la razón y la libertad desarrollar nuestras personalidades según la relación que establezcamos con la comunidad de la que formamos parte. Lo ideal sería que todos actuemos positivamente para el bienestar personal y el de la colectividad, pero la delincuencia, de una manera u otra se da. La perfección es un ideal y los delitos muestran su irrealidad.
La concepción sobre los delincuentes ha variado con el tiempo. Lombroso creía en el criminal nato cuya conducta procedía de irregularidades cerebrales. La idea de que se trataba de un ser perverso que por voluntad propia cometía delitos y que la sociedad debía castigarlos y excluirlos se generalizó por un tiempo, al igual la de que, habiendo causado daños a las personas debían las instituciones públicas tomar venganza. En los últimos tiempos se considera que la causa de los delitos proviene de los entornos sociales a los que no están adaptados y que los autores podrían rehabilitarse, denominando a las denominadas cárceles centros de rehabilitación social.
En los últimos tiempos, por lo menos en nuestro medio, las noticias sobre crímenes, incluidos asesinatos, en el interior de estos centros, son demasiado frecuente, lo que ha lleva a pensar si es que realmente es posible la rehabilitación para todos o si es que los procesos utilizados para conseguirla son adecuados, tomando en cuenta que la seguridad colectiva debe tener prioridad. Consideramos muy grave que en investigaciones internas con frecuencia se encuentren armas letales, droga y otros elementos prohibidos en estas instituciones, lo que demuestra deficiencia en el control interno que debe mejorarse para evitar que estos centros de rehabilitación social se conviertan en escuelas de delincuencia.