Agentes Civiles de Tránsito cumplen siete años en Cuenca

El 12 de abril de 2013, un grupo de 224 uniformados salió a las calles de Cuenca, como los nuevos Agentes Civiles de Tránsito, quienes asumieron la competencia de controlar el tránsito y la seguridad vial de la ciudad, funciones que realizaba la Policía Nacional.

La nueva plantilla de agentes civiles, que formaron parte de la Empresa de Movilidad de Tránsito y Transporte de Cuenca, fueron capacitados por la Agencia Nacional de Tránsito con la debida responsabilidad en el tema teórico y práctico que conlleva el manejo de un área tan delicada.

Luego de esta acción, cabe recordar que, el Consejo Nacional de Competencias mediante Resolución N° 006-CNC-2012, de fecha 26 de abril de 2012, transfirió la competencia para planificar, regular y controlar el tránsito, el transporte terrestre y la seguridad vial, a favor de los gobiernos autónomos descentralizados municipales del país, dotándoles de todas las facultades en la asignación del servicio que comprende todos sus procesos, para mejorar la movilidad en sus respectivas circunscripciones territoriales.

Fabián Moscoso, gerente general de la EMOV, resalta que, Cuenca fue la primera ciudad en traspasar la función de controlar el tránsito a los agentes civiles. En la actualidad, la EMOV cuenta con 360 agentes, de los cuales 271 son varones y 89 mujeres.

 

La misión principal de los Agentes Civiles de Tránsito, es trabajar por un sistema de movilidad responsable, sustentable y eficaz, mediante la regulación y control del tránsito, transporte terrestre y movilidad no motorizada, precautelando el bienestar, la vida y la salud de la ciudadanía, mediante la concientización, destaca Moscoso.

El trabajo de los agentes, también es reconocido por la ciudadanía, quienes son testigos de las acciones solidarias al impulsar el derecho a la movilidad de personas y bienes, el respeto y obediencia a las normas y regulaciones de circulación.

La finalidad de cada uno de los agentes, es crear conciencia sobre la importancia del respeto a las leyes de tránsito, con el objetivo de garantizar una convivencia pacífica entre todos los actores de la movilidad. (I)