Negocios abiertos, aunque con poca clientela
Cincuenta centavos, a veces un dólar, recibía antes de la pandemia, Arley Riveiro, de 25 años, artista callejero, cuando se paraba en la esquina de la avenida Ordóñez Lasso y Los Cedros con su nariz de payaso para hacer malabares.
Varios conductores observaban detenidamente el trabajo de este artista venezolano, que lo hace con mazas adornadas en cada extremo con fuego, pero hoy apenas le abren un poco la ventana y le dan 15 centavos, en el mejor de los casos.
Él recorre toda la urbe, por eso sabe que esta avenida es de fuerte tráfico, pese a la crisis sanitaria dice que aún pasan por ahí “muchos carros”.
“Está grave la situación, ha bajado bastante, ahora aquí hay que sobrevivir”, comentó la tarde del viernes mientras desesperado buscaba en la calzada la moneda de diez centavos que se le cayó.
Junto a Riveiro, pero hacia Los Cedros hay otras personas pidiendo caridad a los conductores, este panorama, de cierto modo, refleja que el área es de alto tránsito por eso la escogen.
Y, siguiendo la Ordóñez Lasso el movimiento es diferente. En el centro estético capilar “Bracs”, pese a ser viernes por la tarde, no había ningún cliente; una de las estilistas confirmó que se ha reducido la clientela, por lo que están dando descuentos: las uñas acrílicas antes del Covid-19 costaban 25 dólares, hoy 18.
Mientras que negocios como las tiendas no registran pérdidas, al menos en el caso de Roberto Sánchez y su esposa, quienes mantienen una abacería durante 15 años. Abren desde las 07:00 y sus grandes clientes son los vecinos de la misma Ordóñez Lasso.
La peor época ya la vivieron durante el confinamiento “pasé guardado con mi familia, y nos tocó ir consumiendo todo lo de la tienda, luego ya comenzamos a abastecernos”.
Ahora él evalúa que sí hay movimiento, aunque siente que antes de la pandemia era mayor la actividad. En todo caso, con o sin emergencia sanitaria Sánchez expresa que aparte de la tienda él trabaja en otro lugar, caso contrario no les alcanza.
Quienes están muy preocupados por la situación actual son los dueños del moderno “Del fructas y verduras. Organic Market”.
Durante la cuarentena vendían súper bien, no solo les compraban los vecinos de la avenida sino de otros lugares, por lo que daban servicio a domicilio sin costo.
La clientela llegaba atraída por precios y por la calidad del producto que sus dueños, María Elisa Jerves y su novio Israel Pesántez traen de San Joaquín, Santa Isabel y Paute.
Hoy, sobre todo por la apertura oficial de los mercados, ya no venden mucho en este local que implicó una gran inversión privada, debido a la original decoración y a la mercadería que ofertan.
María Elisa, de 31 años, narra que abrieron este local en enero de 2020, sin sospechar que se venía un virus letal, enfocados al target de clientes norteamericanos.
“Anteriormente esta avenida era de mucho más movimiento, había gente que caminaba al menos, este rato no se ve gente, yo no veo que se haya reactivado”, opina Jerves mientras coloca cajas en su camioneta.
Diferentes situaciones viven quienes habitan y comercializan a lo largo de esta arteria
Al recorrer esta avenida, prácticamente desde la estación de servicio Eloy Alfaro hacia arriba, hasta llegar al parque Virgen del Milagro, se observa que, aunque sin mucha clientela, están abiertos casi todos los locales.
Son negocios de: diálisis y servicios, restaurante, pollería, farmacia, asesoría contable, encebollados, legalización y escrituras, hamburguesas, papas, lavandería, reparadora de calzado, licores, cosméticos, hoteles, panadería, colchones.
Además: tiendas, clínica veterinaria, celulares, imprenta, almacén de lámparas, gimnasio, centro odontológico, plancha express y más. También están plenamente operativas sucursales de dos bancos.
Es cuestión de darle tiempo y poco a poco las cosas irán mejorando en esta avenida, no se olvide que mucha gente vive por aquí, en donde usted encuentra de todo, comenta Juan Palacios, morador. (I)
LEA TAMBIÉN: http://54.196.56.88/2020/08/24/avenida-remigio-crespo-corazon-comercial-con-altos-y-bajos/
