34 años para autores de muerte de médico cubano

El 19 de junio de 2019, el cuerpo de la víctima fue encontrado en un barranco, en el sector San Andrés de la parroquia Chiquintad.

El Tribunal de Garantías Penales del Azuay sentenció a 34 años y 8 meses de prisión a César C. y Roberto V. como autor directo y coautor, respectivamente, del delito de robo con resultado de muerte. Además, deberán pagar 494.800 dólares como reparación integral.

El hecho ocurrió el 18 de junio de 2019, cuando la víctima el médico Robert Celorrio, de 50 años, –de nacionalidad cubana– salió de su lugar de trabajo y se dirigió a la casa de su amigo, Roberto V., puesto que le había indicado que un familiar requería atención médica.

Al llegar al lugar, en donde también se encontraba César C. (de nacionalidad venezolana), lo agredieron con golpes de puño y le exigieron que entregue sus pertenencias y las claves de las tarjetas de su propiedad.

La víctima recibió 11 heridas de arma blanca (dos de las cuales lesionaron órganos vitales y le causaron la muerte) mientras estuvo maniatado, en completa indefensión y amordazado.

Con el fin de ocultar el delito, uno de los procesados limpió las huellas dejadas en el lugar de los hechos.

Entre tanto, el autor directo envolvió el cuerpo de la víctima en sábanas y en el vehículo de la víctima se dirigieron al barrio San Andrés de la parroquia Chiquintad, donde lo abandonaron.

El cuerpo quedó entre unos matorrales en un barranco a poca distancia de la vía Patamarca-Chiquintad.

Posteriormente, se dieron a la fuga en el automotor sustraído. Robert Celorrio (víctima) radicó al menos 10 años en la ciudad de Cuenca y laboraba en hospital del IESS. -(I)

La desaparición y búsqueda

La última vez que allegados de Robert Celorrio se comunicaron con él fue la noche del martes 18 de junio de 2019, alrededor de las 20:30, cuando les mencionó que se dirigía al sector Los Trigales para atender un paciente; debido a que no retornó a su domicilio ubicado en la zona céntrica de Cuenca, lo consideraron como desaparecido y lo estaban buscando.

En la audiencia de juzgamiento, la fiscal Paola Molina presentó varios elementos probatorios, entre estos, testimonios de testigos y peritos con los que se demostró la materialidad de la infracción y la responsabilidad de los procesados, así como la pericia de reconocimiento de lugar y levantamiento de indicios, el informe de identificación externa y autopsia del cadáver de la víctima. (I)