Para Juan Rodríguez, aficionado a la aviación desde pequeño, este será el vuelo de su vida. Cuencano de nacimiento, partirá desde Guayaquil a bordo de su avión clásico y aterrizará en el aeropuerto Mariscal Lamar, rememorando el viaje de El Telégrafo.
Su aeronave es una Fisher Flying Classic, un modelo de fabricación artesanal que se asemeja al avión que Elia Liut voló hace 100 años con motivo del primer centenario de Independencia y que quedaría plasmado en la historia de la ciudad como la llegada del primer avión a Cuenca.
Con 40 horas de vuelo aprobadas, Rodríguez cumplirá la travesía que hizo Elia Liut, primero con un vuelo Quito – Guayaquil acompañado por una avioneta Cessna que le servirá de apoyo.
Luego, desde Guayaquil, emprenderá rumbo hacia oriente para coronar el Macizo del Cajas y descender hacia Cuenca, acompañado de dos ultraligeros Quicksilver GT-500 piloteados por Jorge Anhalzer y Santiago Martínez, a los que se unirá el Bushcat de Jaime Arteaga en parte del trayecto.
Este proyecto, comenta Rodríguez, inició hace un poco más de un año con el apoyo del Ministerio de Turismo, la Embajada de Italia país de nacimiento de Elia Liut, la Dirección General de Aviación Civil, Quiport, Tagsa y la Alcaldía de Quito.
Rodríguez comenta que si bien antes de la pandemia recibieron el visto bueno del Municipio de Cuenca, el apoyo aun no se ha concretado pero se mantienen conversaciones, al igual que con las alcaldías de Guayaquil y Latacunga.
La idea de los aviadores es que este evento sirva como homenaje al Bicentenario de Independencia de Cuenca, por lo que esperan surcar los aires de la ciudad en los primeros días de noviembre a expensas de las condiciones climáticas.
Los aviones sobrevolarán el Centro Histórico y sitios emblemáticos para que la ciudadanía pueda apreciarlos, lo que consiste un espectáculo que no requiere aglomeraciones y que se adapta a la nueva normalidad por la pandemia, explica el piloto.
“Queremos llevar este homenaje a Cuenca, queremos rescatar la historia del primer vuelo que llegó a la ciudad y traer a la memoria esa época de glorias” afirma Rodríguez.
Historia
De acuerdo con los registros del primer vuelo Cuenca – Guayaquil que se mantienen en el Museo Remigio Crespo Toral, el 4 de noviembre de 1920, a las 10:30 de la mañana el Telégrafo I partió de Guayaquil.
Cerca de las 11:25 el telegrafista de Biblián comunicaba que el biplano pasaba en ese momento por ese lugar.
Poco tiempo después su silueta fue visible hacia el norte y luego de sobrevolar la ciudad la máquina aérea enfiló hacia el improvisado “campo de aviación” del sector denominado Jericó, cerca de las llanuras de Narancay.
El piloto fue conducido por una multitud hacia el centro de la ciudad, en donde fue aclamado y reconocido como el ‘Vencedor de los Andes’, convirtiéndose en una de las grandes figuras que la ciudad acogió como suyas a lo largo de la historia. (JMM) (I)
