Ministerial

Alberto Ordóñez Ortiz

Los articulistas debemos estar en la línea de fuego en que surgen las noticias. Jugarnos la vida. Listos para aprehenderlas. Mantener la atención en permanente estado de alerta; vigilante la mirada, y, más todavía, la perspicacia: padre y madre de la excelencia informativa. Proceder a su clasificación y análisis con total independencia crítica, de manera que lleguen al lector sin prejuicios, desleales claroscuros, ni inducción alguna. En suma, meternos –coloquialmente hablando-, de lleno en el avispero. Si salimos “picados”, será por falta de experiencia, porque las avispas están en contra de las noticias, o porque de tanto vernos, nos cogieron un típico cariño pastuso.

Pero a veces hay noticias que producen más de una sonrisa. En esa línea estaría la reciente declaración del Economista Mauricio Pozo, Ministro de Economía; todo él, repleto de sí, que por donde se lo mire se nota que no economiza nada, y está bien, muy bien que así sea, pues un ministro de ese rango o pelaje –término sinónimo- tiene que ser fornido y espeso –otro sinónimo- y sobre todo tiene que ser solidario con la economía que pregona y predicar con el ejemplo. Bueno, y qué declaró: pues “que nuestra economía no decrecería en el 11 % como lo previsto, sino sólo en el 9 %” -regio no- y agregó que: Ese 2 % de crecimiento no es poquito, es mucho…”. Es decir, como si él o una persona de su robustez, bajara un 2 % de su peso. O Algo así. Esto es, mucho. Muchísimo.

Y concluyó diciendo: “Esto no quiere decir que estemos bien, lo que les digo es que poco a poco la economía está sacando la cabeza”, es decir que la economía tiene cabeza; y como su representante es el Ministro, esa es, ¡qué duda cabe! la cabeza que está saliendo, la que, a diferencia de nuestras finanzas, es oronda, corpulenta, bien comida, como se dice por ahí. En una palabra: ministerial. (O)