En mayo, el Ministerio de Educación redujo una hora en el horario de trabajo de los docentes de las instituciones fiscales, y con ello se mermó el sueldo de los profesores en un 8,33 %. La disposición estuvo acompañada de la modalidad de teletrabajo por la emergencia sanitaria.
No obstante, el ente que regula la educación pública en Ecuador, decidió que, desde el dos de diciembre, los docentes de las instituciones fiscales deberán volver a ajustar su labor a las ocho horas diarias, cuyo horario deberá distribuirse entre la presencialidad y el teletrabajo.
El viceministro de Gestión Educativa, Andrés Chiriboga, explicó a diario El Mercurio que, en principio, los profesores no deberán regresar a las instituciones para dictar clases. No obstante, sí deberán acudir de forma paulatina para llevar a cabo las planificaciones y las actividades de refuerzo.
El regreso de los docentes a los establecimientos educativos también está relacionado con tres objetivos: trabajar en la situación psicoemocional de los estudiantes, mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, y motivar a los alumnos para que permanezcan dentro del sistema de educación.
Plan
Para el retorno paulatino, cada institución educativa, hasta el próximo 18 de diciembre, deberá entregar un plan en el que contemple y garantice el cumplimiento las medidas de bioseguridad dispuestas por el Comité de Operaciones de Emergencia, tanto cantonal como nacional.
Dentro del plan deberá especificarse el aforo permitido en las instituciones, así como los turnos de asistencia de los profesores.
También, de ser el caso, deberá contemplarse la posibilidad de contar con un protocolo para que los profesores, que tengan problemas con el internet, puedan dar clases de los centros educativos.
“No tienen que asistir todos los días. Lo que estamos diciendo es que tienen un plazo las instituciones educativas para que vea el aforo que varía en el país y para que los docentes asistan a hacer este otro tipo de tareas, que no son clases”, explicó Chiriboga.
Sobre la asistencia de los profesores hay dos excepciones. La primera es en las escuelas y unidades educativas que ya tienen autorización por parte de las instituciones de control para que las clases sean presenciales, en las que los docentes tienen que asistir obligatoriamente.
Según el Ministerio de Educación, aquello se aplica en los 79 establecimientos educativos, de los 14 000 existentes en el país, que cuentan con el permiso para la enseñanza presencial.
La segunda excepción está relacionada con los grupos vulnerables: el personal administrativo y los docentes que se encuentren dentro de esa categoría no acudirán a las instituciones.
Clases presenciales
El Ministerio de Educación aclaró que, con el regreso progresivo de los profesores a los establecimientos, aquello no significa que las clases presenciales se reanudarán, ya que esto depende de cada institución y de los padres de familia, quienes deben estar de acuerdo, además de la aprobación de los Comités de Operaciones de Emergencias. (AWM)-(I)
