Hoy domingo de carnaval, el mejor día del año, en la mejor fiesta del mundo, en un punto perdido en medio de los andes, ruego que la agüita de Carnaval nos limpie de tanta mala energía, que limpie los corazones de quienes nos gobiernan y deciden por este pueblo, que hoy, prefiere celebrar antes que morir de abandono.
Que el Presidente Noboa salga de su burbuja, en la que debe festejar con cañón de espuma, y palpe la realidad que nos está llevando a un profundo pozo ciego, y es literal, miren como están las vías al sur, los socavones, las grietas, los deslaves y las inundaciones, no solo nos aíslan, nos hunden. Pero esta difícil, él no sabe lo que es tomar un jugo en el mercado, peor va a saber lo que es quedarse aislado en Pucará o en Asunción, o saber en dónde quedan.
Volver al tiempo en que las casas estaban abiertas de par en par, para que cualquiera entre por un pan con dulce, un canelazo o una mojada con abrazo, pero que van a saber de vecindad y compadrazgo, si viven en urbanizaciones con seguridad privada, donde a las mujeres no las desaparecen ni las matan. También en carnaval se pueden pedir deseos, porque en tiempo de abandono, violencia y mentiras, nos encomendamos a lo único que conocemos y que no hace daño ¡Que viva Taita Carnaval!. (O)