Muy bien, el Plan Fénix. ¿Sabe Usted en qué consiste? ¿lo ha visto alguna vez? Pues yo tampoco. Y, sin embargo, se lo voy a explicar:
El Plan Fénix consiste en un 2025 que inicia como el año más violento de la historia, con un incremento del 63 % en el número de muertes violentas, a un ritmo de paliza de un asesinato por hora. El Plan Fénix consiste en un Ecuador que ahora, además, de crimen organizado tiene violencia de Estado, con investigaciones abiertas por ejecuciones extrajudiciales y una Asamblea Nacional encontrando al Estado culpable de desaparición forzada.
El Plan Fénix consiste, esto también, en un incremento del IVA, con un impacto devastador en el consumo y el empleo, que se tradujo USD 2.183 millones de los cuales solo USD 308 millones (el 14 %) fueron destinados al ejército y la policía. Sabemos, eso sí, que USD 34 millones fueron destinados a comprar más de 30.000 cascos y chalecos antibalas, a una compañía norteamericana (HEDS) que, entre los años 2023 y 2024, fue declarada como contratista incumplida y demandada por el Estado; y cuyos productos generan serias dudas en cuanto a su resistencia y condiciones técnicas, ante las armas de alto calibre que usa el crimen organizado.
Recuerdo aquí los oscuros días de la pandemia y el gobierno de Moreno, cuando la adquisición de mascarillas e insumos de seguridad se prestó para un infame negociado. Entonces me preguntaba ¿se puede ser tan miserable como para lucrar con el sufrimiento de la gente? Hoy me pregunto lo mismo ¿se puede ser tan miserable como para lucrar con la vida de aquellos policías y militares arrastrados a esta guerra inventada para subir en las encuestas?
En fin. Vivimos tiempos oscuros. Y ojalá este duro momento nos permita despertar de una vez. No es más sangre lo que necesitamos. Necesitamos recuperar la capacidad, como pueblo, de crear prosperidad para desterrar la violencia, de gobernar sin exceder, de perdonar sin olvidar, de defender sin violentar, de dirigir sin imponer. Y no, nada de esto se ha logrado, mientras miramos, cada día, a la sociedad marchar directamente hacia su colapso final… (O)