DEPORTES

Ángel “Orejita” Pereda llegó para ser figura de San Roque

El talento venezolano cada vez se expresa con mayor fuerza en el Mundialito de los Pobres. Es el caso de los hermanos Ángel y Rubén “Turbo” Pereda, naturales de Maturín, la ciudad más grande y más poblada del estado de Monagas donde el cristianismo tiene una gran influencia sobre cualquier otra religión.

Rubén juega en Las Orquídeas. Tiene 30 años. Uno de sus deseos es volver a cantar en la Iglesia.

Recién publicó un video en el que interpreta con su guitarra una parte de “Perfume a tus pies” de “En Espíritu y En Verdad”, un grupo de música cristiana.

Rubén lleva casi cuatro años radicado en Cuenca. En 2020 llegó Ángel. Su intención era quedarse tres meses para visitar a su hermano, que no le veía desde hace tres años, y para jugar el Mundialito Migrante Virgen de los Dolores, que se desarrolla cada año en la parroquia Sidcay.

La pandemia de la COVID-19 dio vuelta a sus planes. Sostiene que su confianza en Dios ayudó a que se abran algunas puertas y continúe desenvolviéndose en lo que más le apasiona, pero tiene dos deseos personales: ver a mis padres, ya llevo casi dos años sin verlos; y ver a Dios en algún momento de mi vida junto a mi esposa y familia.

Ángel, de 33 años, dirige una Escuela de Futsal, refuerza a La Unión en el Campeonato Nacional de Fútbol Sala Serie A y es una de las figuras de San Roque en el certamen interbarrial.

Hace jugar a sus compañeros y si tiene la oportunidad no perdona frente al arco rival. En dos partidos ya lleva dos goles y siete asistencias. Se complementa bastante bien con su compatriota Albenis García y con César Gutiérrez. Con este último pelotean juntos desde hace siete meses, de allí que juegan casi a la memoria.  

Lleva el nombre de su padre a quien le agradece por haberle inculcado en el deporte desde los cuatro años. Llegó a ser seleccionado nacional de futsal y jugó fútbol profesional con el Monagas SC en la Segunda División de Venezuela.

Una fractura del quinto metatarsiano le alejó de las canchas alrededor de tres meses, a su regreso prefirió enfocarse en el futsal. “Orejita” -como le llaman en casa- aún no tiene definido si se radicará en la ciudad, solo tiene claro que con su esposa se sienten cómodos en Cuenca y adaptados totalmente “a este frio sabroso”. (BST)-(D)

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