Batefuegos

Santiago León

Un frente de confrontación política se ha abierto en los últimos días en el Municipio de Cuenca. ¿El motivo? El alcalde, Pedro Palacios, notificó la finalización de las funciones al primer jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cuenca, tras haberse cumplido sus cinco años de permanencia en el cargo. De su parte, el principal de las casacas rojas de la ciudad ha dicho que liderará la institución hasta diciembre del 2024. Que aguante un chance más.


Patricio Lucero, se ha amparo en una resolución emitida por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias en el 2020, en la que se establece que por única vez los jefes de bomberos permanecerán en sus cargos por un periodo de cuatro años. De aplicarse la normativa Lucero estaría ocho años en estas funciones.


Los servidores públicos de alto nivel deben entender que sus puestos son pasajeros. Son espacios apropiados para aplicar sus conocimientos, con la finalidad de mejorar los servicios que se prestan a la ciudadanía. Su labor es servir a la población. Tienen la oportunidad de hacer un trabajo excelente y que sus proyectos sirvan para el desarrollo de la ciudad.
Tratar de perennizarse en los cargos. De convertirse en las vacas sagradas de las instituciones, de buscar elementos de la norma para quedarse años más en el servicio, demuestra una cosa. Egocentrismo político. El propósito de vida de una persona sería salir de una empresa con la satisfacción del trabajo cumplido.


Los ciudadanos lamentaríamos que esta distinguida institución se politice, se divida, se destruya por intereses particulares. A los bomberos les agradecemos por su noble labor. Las tareas de precautelar y salvar la vida de las personas deben ser ajenas a las disputas políticas. Por su parte, los gobiernos locales deben garantizar que estén dotados con tecnología de alto nivel, fortalecer sus habilidades, remunerarlos con sueldos apropiados. Por el bien de la institucionalidad bomberil esperamos que este impasse se resuelva a la brevedad. (O)