Cerro San Pablo

Nicanor Merchán Luco

El hermoso Cerro San Pablo se encuentra a 64 km de Cuenca. Los que conocen saben que primero se pasa por Girón luego se llega a San Fernando para posteriormente dirigirse a la laguna de Busa, la que se encuentra al pie del cerro. Los geólogos dicen que es un “viejo caldero” del que fue una vez un volcán, el que erupcionó dejando innumerables picos y un paisaje excepcional. La laguna de Busa del complejo turístico de San Fernando tiene una exuberante vegetación, con más de 30 especies de flores, una temperatura de 15°C, cuenta con una caminería alrededor y con la acogedora hostería Intihuatana, palabra que significa “lugar para amarrar al sol”.

Personalmente me gusta ir en mi moto desde Cuenca hasta Soldados, luego pasar por los caseríos de Gal Gal, Can Can y Tangeo para subir al cerro de Minas y llegar al abandonado caserío de Cuevas, desde donde se pasa por el gélido páramo del Chorrohuaycu y sus lagunas para llegar “muerto de frío” al encantador cerro sagrado de San Pablo y tomar “un cafecito caliente”. El San Pablo asoma imponente, unas veces con neblina y otras radiante de sol.

El cerro San Pablo con su laguna de Busa se han vuelto en un centro turístico para los andinistas es un reto llegar a los 2655 msnm y admirar desde la cumbre a San Fernando y al Valle de Yunguilla. Este cantón está rodeado de montañas y campos siempre verdes, fue un lugar sagrado para los cañaris. Los andinistas se preparan para las fiestas patronales del 22 al 30 de mayo de cada año para la competencia de quien sube más rápido los 450 metros de la montaña. San Fernando fue declarado Patrimonio Cultural en 1972 por sus hermosos lugares turísticos. Sin duda vale visitar a San Fernando y al cerro San Pablo, pero si le gusta llegar al páramo, por el mismo camino desde San Gerardo se puede visitar las famosas lagunas de Quimsacochas. (O)