Oposición dentro de casa

Mario Jaramillo Paredes

A propósito de un artículo en el que sostenía que desgraciadamente a veces algunos cuencanos son los primeros en oponerse a que se hagan obras para la región, me han pedido precisar algunos de esos casos. Allí van.

En los años sesenta, quienes formábamos el Concejo Municipal en la alcaldía de Ricardo Muñoz Ch. aprobamos la construcción de la Av. de la Circunvalación, con el apoyo del Presidente Clemente Yerovi. Un grupo de cuencanos se opuso tenazmente, alegando que los sembríos de maíz desaparecerían – dijeron- y Cuenca se quedaría sin mote, porotos y zambos para su dieta ancestral. Varios concejales fuimos enjuiciados, hasta que finalmente esas personas se dieron cuenta de que la Circunvalación revalorizaba sus tierras y garantizaba un tránsito fluido. Es fácil imaginar el caos que sería el tráfico de Cuenca hoy sin esa vía.

Cuando a fines del siglo pasado se proyectó la carretera Cuenca-Molleturo- Naranjal, la oposición surgió desde Cuenca. Unos pocos ecologistas serios dieron sus razones. Otras personas se opusieron por razones políticas, siguiendo la lamentable tesis de que la mejor forma de ganar votos es oponiéndose al gobierno del momento. La obra demoró y debimos seguir viajando años más por la vieja vía de Cañar.

Cuando se planificó la avenida Enrique Arízaga Toral, que por San Joaquín sale a Sayausí, igualmente la oposición vino desde los mismos cuencanos, especialmente de quienes tenían tierras allí. Uno de los argumentos fue que Cuenca se quedaría sin lechugas pues se destruirían los cultivos. Otros, en estos días acaban de conseguir que no se construya la entrada sur a Cuenca.

Hoy, una oposición política en parte buscando votos y de unos pocos dueños de tierras impiden la construcción del Proyecto Soldados Yanuncay que, además de electricidad, dará a Cuenca agua por varias décadas, además de regular el caudal de los ríos evitando crecientes. Cuando en el futuro se reciban los beneficios de esta obra, se verá el absurdo de la actual oposición.

La falta de obras para la región se debe al malsano centralismo. Pero también a la oposición de grupos de Cuenca que solamente ven sus intereses particulares. (O)