Cuenca.- La autopsia reveló que, José Marcelino Villa Romero, de 39 años, murió a causa de cirrosis hepática. De esta forma, las pericias forenses concluyeron que el ciudadano tuvo una muerte natural desencadenada por el consumo de licor.
Villa fue hallado muerto la mañana del miércoles 22 de junio, en el piso de una caseta ubicada en el costado de la Panamericana Sur, en el sector Y de Tarqui, a pocos metros de donde estaba bloqueada la vía, con llantas quemadas, troncos y piedras, debido al paro nacional.
Junto a los pies del fallecido existía el cartucho de un gas lacrimógeno.
Aquel día, los manifestantes sostenían que Villa murió a causa del gas lacrimógeno que fue utilizado por la Policía Nacional durante la madrugada, para abrir el paso que estaba bloqueado. Todo esto fue descartado.
Leonardo Amoroso, fiscal Provincial del Azuay, señaló que la autopsia determinó que el hombre padeció cirrosis hepática y presenta un edema pulmonar.
“El edema pulmonar significa que existe agua en los pulmones, llevándole a la muerte, y tenía el hígado demasiadamente agrandado por el consumo de licor”, explicó el fiscal.
La Fiscalía también indicó que una multitud de manifestantes, el día que sucedió el deceso, impidió que las autoridades retiren el cuerpo del sitio y exigían que al sitio se haga presente Matías Abad, gobernador del Azuay. Luego de varias horas el cuerpo fue entregado y colocado en un vehículo de Medicina Legal para que sea trasladado al Centro Forense, para la necropsia.
La Fiscalía detalló que para transparentar las pericias forenses se dispuso la presencia de dos funcionarias de la Defensoría del Pueblo. Así se verificó el cumplimiento del debido proceso.
Personal de Criminalística verificó hematomas en el abdomen y en la rodilla derecha, que según refiere el médico legista, serían de días anteriores.
Los investigadores señalan que la esposa del fallecido habían indicado que el hoy fallecido presentaba un alcoholismo de aproximadamente 12 años. (I)
