El fin del mundo

Alberto Ordóñez Ortiz

El otro día, un muy querido amigo, pero que, mantiene una posición irreductible en cuanto a admitir que la diversidad sexual es un hecho incontrastable y sin vuelta atrás, me dijo de una, y me dejo caspi: quichuismo que significa lelo y que dio lugar a una frase que antes se usaba con frecuencia: “me metió un chirlazo (golpe en plena cara) y me dejo caspi”, porque aseguró que el fin del mundo ha llegado. ¿cómo así? ¿será el lunes venidero? le respondí irónicamente, vendrá, porque ahora los hombres –contra natura- se casan entre sí, y lo peor es que adoptan hijos que carecerán de amor maternal, propiedad exclusiva de las mujeres, esos niños jamás serán normales, le rebatí diciéndole que hay hombres que biológicamente tienen más de mujer que de hombre, que en el caso propuesto es él que hará de madre, y quien les dará el “chucho”, arguyó triunfalmente. y si de igualdad de género me vienes a hablar, anda a “pastar chirotes”.
Continuó con el tema del fin del mundo, llegará con el Armagedón, le pregunté burlonamente. Sí, y, como dice el Apocalipsis, la sangre derramada por los condenados cubrirá los lomos de los caballos. Oye, le dije, pero si ahora hay una población cercana a los 8 mil millones de habitantes y, casi no hay caballos. La sangre cubrirá los caballos, excepto los que tú sabes, es más, añadió, según el libro del Apocalipsis, versículo 6:7-8, los cuatro jinetes del Apocalipsis, la peste (allí está el COVID), el hambre (según las Naciones Unidas en 2021 murieron 828 millones de personas), la muerte (el dato anterior lo explica todo) la guerra (Rusia contra Ucrania, con la nuclear al medio). ¿qué más pruebas quieres? agregó.
Molesto, como estaba, dijo, y eso que no me meto con las mujeres. Alto allí, eso no te permito, respondí. Si existes es por una de ellas, y porque son la miel del mundo el poeta dijo: “me quedo con las naranjas maduritas de tu boca, con sus muslos dándome de cuchillazos, con su lucidez prendiendo las constelaciones…”, allá vos. El día del juicio final te veré en la fila de la izquierda, añadió.
Si el fin del mundo va a llegar, no va a ser por lo que dices, llegará, si la nuclear de Rusia estalla, no quedarás ni vos, ni yo, ni el LGBTI. Ni el ala de una mosca. Y punto. (O)