La administración municipal recibió un aporte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica para ejecutar estos trabajos.
En el complejo turístico laguna de Busa está en marcha una segunda y última intervención prevista en este año. El atractivo natural se ubica en el cantón San Fernando, al sur de la provincia del Azuay.
Se trata de la reparación de cinco módulos para acampar, así como de tramos de camineras que se encuentran deterioradas. La causa principal de los daños obedece, especialmente a las fuertes lluvias que se presentaron a inicios y mediados de 2022 que afectaron también a otros cantones.
La administración municipal recibió un aporte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) para ejecutar estos trabajos. La cartera de Estado donó alrededor de 40 metros cúbicos (m³) de madera que ha sido incautada en sus operativos de control.
Manuel Lozada, director de la Unidad de Gestión Ambiental y Riesgos Territorial del Municipio, comentó que las labores iniciaron desde hace aproximadamente una semana en dos de los cinco módulos de acampar. Acotó que cada módulo ocupa una área de cerca 16 metros cuadrados (m²) de bosque.
Se prevé que, hasta mediados de diciembre, concluyan los trabajos en los tres módulos restantes y en las camineras.
Totoras
Las mejoras se ejecutan luego de terminar una primera intervención que trató sobre la extracción de 2,5 de un total de tres hectáreas (ha), de totoras. Estas áreas fueron identificadas en una consultoría previa que incluyó un plan de remediación ambiental.
El Gobierno Provincial del Azuay junto con la municipalidad de San Fernando destinaron alrededor de 40 mil dólares para este primer proyecto. Se recuperó una parte del espejo de agua de la laguna de Busa amenazada por la expansión de la planta invasora.
Magali Jiménez, técnica de calidad ambiental del GAD Provincial, recordó que la laguna registró una gran carga de nutrientes y fosfatos debido a las actividades ganaderas que se realizan en los predios colindantes al atractivo que proliferan la expansión de las totoras.
El retiro de la planta invasora -que concluyó el pasado mes de septiembre tras cerca de 60 días de intervención- se complementó con actividades de reforestación. Así el área intervenida está recuperando sus características naturales.
Jiménez aseguró que la municipalidad deberá concienciar a los propietarios de los terrenos para disminuir esta carga de minerales. “Con esto se evitará que nuevamente crezcan las totoras”. San Fernando.- (I)
Detalles
- 2 intervenciones en la laguna de Busa se ejecutan en el presente año para potenciar el atractivo.
- 2,5 hectáreas de totoras se retiraron en la primera intervención que se ejecutó durante 2 meses aproximadamente.