Alberto Miño: un ejemplo de profesional en tenis de mesa

Vivir del tenis de mesa es posible. El guayaquileño Alberto Miño es un ejemplo de que se puede llegar tan lejos como se sueña. Es uno de los latinoamericanos que se ganó a pulso un espacio en la Bundesliga, la competición profesional de clubes de tenis de mesa más importante de Alemania.

No es fácil abrirse camino en Europa. Las plazas para extranjeros son muy limitadas. En la liga alemana solo permiten que juegue un extranjero por club. Miño estuvo alrededor de cuatro años luchando en la Bundesliga II. Tenía uno de los mejores scores de todos los jugadores, pero “no me daban la chance (en la máxima categoría) por ocupar plaza de extranjero”.

Hace casi cuatro años recién el TTC Schwalbe Bergneustadt le abrió las puertas. Tiene contrato hasta junio de 2023 con la posibilidad de renovar otro año. Ha logrado mantenerse en el club por sus buenos resultados, pero su meta es ganarse un puesto y llegar a ser uno de los mejores jugadores de la Bundesliga.

Miño recuerda que de pequeño le tomaba al tenis de mesa como un hobby. A partir de los 21 años cambió su perspectiva y decidió profesionalizarse. Sostiene que en la actualidad desde los 16 años ya pueden pensar en jugar de forma profesional o semiprofesional y vivir del tenis de mesa.

Además del apoyo del Ministerio del Deporte, podrían conseguir un contrato con algún club y jugar en cualquiera de los niveles de las ligas europeas. Solo en Alemania hay como 12 ligas diferentes. Los mejores jugadores del mundo llegan a ganar entre cinco y 10 millones de euros al año sin tomar en cuenta los incentivos que reciben por torneo. Por ganar un Gran Smash podrían recibir alrededor de 200.000 euros.

En Europa a la gente le gusta ir a ver partidos de tenis de mesa, hay mucho apoyo de la empresa privada, los torneos se retransmiten por televisión. En Latinoamérica y sobre todo en el Ecuador la realidad es otra.

Para Miño la Federación Ecuatoriana de Tenis de Mesa ha dado pasos importantes en la difusión y masificación del deporte. Esto se refleja en los resultados alcanzados con las categorías menores en certámenes continentales.

A futuro considera que, con apoyo de diferentes entes, se debería pensar en tener una pequeña liga semiprofesional, conseguir más apoyo de las empresas privadas, masificar el deporte en las instituciones educativas, organizar más torneos nacionales y tener un mayor compromiso de apoyo de los medios de comunicación.

Detalles

  • Miño vive desde hace 13 años en Europa. Sus objetivos a corto y mediano plazo son entrar al Top 50 del mundo y clasificar a los Juegos Olímpicos París 2024.
  • Entre los eventos a los que aspira jugar en 2023 están los Grand Smash de Singapur, Budapest y China. Además, está el Mundial de Sudáfrica.

No descuidar la parte psicológica

Alberto Miño conversa con su psicóloga Ivonne Montaleza en el Polideportivo de Totoracocha. Foto Bolívar Sinchi/El Mercurio

Alberto Miño llegó a Cuenca para entrevistarse con la psicóloga Ivonne Montaleza en el Polideportivo de Totoracocha. Para la profesional es importante que el deportista cuide la parte mental como lo hace con la parte física, técnica y táctica. Con Alberto trabaja una sesión semanal vía online en diversas variables para que pueda rendir tanto en el entrenamiento como en las competencias.

“Hacemos el control del estrés, es decir, la ansiedad, la presión, los nervios; trabajamos la confianza, la motivación, la cohesión grupal. Trabajamos también la concentración. Hay muchos estímulos en los que pueden desenfocarse en un nivel mucho más profesional”.

Montaleza asegura que es fundamental crear esa consciencia de que es importante trabajar la parte psicológica con los niños. “Valoro mucho los padres, los entrenadores que quieren trabajar esta parte desde pequeñitos. Ellos aprenden y van a poder tener muchísimas herramientas para desarrollarlas y mejorarlas y tendrán un factor psicológico mucho más fuerte cuando lleguen, si es así, a su etapa profesional o élite”.

Bolivar Sinchi

Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social, en la Universidad de Cuenca. Cronista deportivo por más de una década. Creador de contenido multimedia.

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