Devotos volvieron a participar en el Pase del Niño Rey que se realizó en Cuenca

Pase del Niño Rey
Cientos de devotos se reunieron en la calle Bolívar para participar en el Pase del Niño Rey. Xavier Caivinagua

Nadie sabe cuántos años lleva realizándose el Pase del Niño Rey. Lo que sí aseguran aquellos hombres y mujeres mayores es que Cuenca lleva por lo menos un siglo adorando a la imagen del niñito que ayer volvió a recorrer las calles del Centro Histórico.

Después de dos años, el Niño Rey, junto a sus priostes y seguidores, fue alzado y trasladado desde el Parque de San Blas hasta la iglesia del Cenáculo, en donde se celebró una eucaristía en su honor.

Antes de los agradecimientos y pedidos en el templo religioso, al menos 1.000 personas, entre niños, jóvenes y adultos, participaron en una pasada que recordó a la última que se realizó antes de la emergencia sanitaria: el 5 de enero de 2020.

“Siempre he sido una fiel seguidora del Niño Rey. Volver a las calles para agradecerle por sus bendiciones es una nueva oportunidad que tenemos los devotos”, dijo Raquel Alvarado, que llegó hasta el Parque de San Blas para participar en la pasada.

Los villancicos, los revestidos, los reyes, los caramelos, y los devotos estuvieron presentes en una fiesta religiosa que llenó de alegría a sus participantes.

Los priostes

A diferencia de otras pasadas, el Pase del Niño Rey tiene sus particularidades: el número de priostes y los días en que se vela a la imagen del niñito.

Para su realización, el Niño Rey cuenta con, por lo menos, 180 priostes que se juntan para definir cómo se desarrollará el evento religioso. Cada uno de ellos aporta económicamente con la finalidad de que la pasada sea la mejor.

En cuanto a la velación, la imagen va de casa en casa a lo largo de todo el año. Un grupo de personas la vela entre enero y julio, y otro grupo hace lo mismo entre julio y enero.

“Todo el año se vela al Niño Rey. Está en la casa de los priostes y en la casa de aquellos que tienen fe por el niñito. Y ahora que pudimos realizar el pase, nos llena de alegría porque no queremos que se pierda esta tradición”, dijo Luis Lupercio, quien lleva 47 años seguidos velando al Niño Rey.

Participación de visitantes

No solo los devotos cuencanos siguen a la imagen del Niño Rey. Este año, un grupo de colombianos, impulsados por la priosta Marianita Vizhñay, participaron en la pasada realizada por sus adeptos.

“La fe, la devoción, la esperanza nos lleva al niñito. Porque el Niño Rey cumple nuestros deseos. Y nosotros le devolvemos con el agradecimiento”, dijo Marianita a diario El Mercurio.

Una vez que el Pase del Niño Rey regresó, los priostes y los devotos esperan volver el próximo 5 de enero de 2024 para llenar de fe y alegría las calles de Cuenca. (I)