Pérdida de año

Aurelio Maldonado Aguilar

Aseguran los magos de las estadísticas que Lasso se encuentra con una popularidad que lindera el 15×100, lo que en buen castellano diríamos que corre el riesgo de abandonar su alta jerarquía en cualquier momento, pues apoyo no lo tendría dado el caso. Sucede siempre con ingenuos y faltos de cojones, que pretenden superar todo siendo o volviéndose ingenuos al punto de no entender cosas elementales. Si no entiende que tiene que desplegar todo esfuerzo y drástico con ayuda internacional, para aniquilar el narcoestado de raíz, cosa no muy simple de lograr, fundamentalmente por la monstruosa cantidad de dinero que produce la droga y que, se sabe desde que el mundo es mundo, que los hombres tenemos un precio alto o pequeño en nuestra escala de valores, cosa opuesta a toda solución y es así que trincan infraganti en Galápagos, una lancha guardacostas con decena de marinos trasportando toneladas de droga sin el menor riesgo de sospecha; descubiertos, más bien, por reyertas entre ellos que se denuncian. Ingenuo y tonto de capirote, con el perdón de usted, que continua las prácticas y formas de robo y corrupción instauradas por otros, dejando en una sola mano los negocios de todas las empresas estatales millonarias como Petroecuador, dándole la libertad total de contratación con compañías privadas, a otro Ricardo tío de Glass que, desde luego, reciben millonaria coima, aparentando que todo es legal y honesto, dado el caso que tienen el marchamo legalista del gobierno. Iluso, por decir lo menos, que cree que con discursos tibios superará la delincuencia que nos asfixia y no enfrenta a bala y palo limpio a todo ladrón o sicario que vulnere los derechos humanos de la población honesta que, especialmente en Guayas, se limita al claustro de su casa por miedo de ser la próxima víctima. Si no entiende esto, porque no llama a Bukele y le pregunta cómo lo hizo, cosa sabida desde luego, donde los asesinos y pandilleros de la otra hora temidas maras, son niñas de colegio con media flapper y haciendo maquila en las cárceles mientras cumplen su pena, logrando reducir a cero la delincuencia.

Perdió el año querido amigo, desaprovechando la inmensa oportunidad de cambiar el país para bien, luego de tanta trafasía correísta, pero no, a días de la consulta, tiene una ascua en las manos que son las nuevas pruebas de corrupción, igual o peor que en los viejos tiempos del facineroso belga. Que inoportunas las nuevas pruebas de contratación. Al diablo la consulta. Otra obra fallida. (O)