¡Qué seas feliz!

Hernan Deleg Pacheco

Desde que el hombre vio la luz solar, busca la felicidad individual y por qué no la colectiva. ¡No la encuentra! De ahí que cualquier sentido que la gente atribuye a su vida es solo una ilusión. ¿Soy Feliz? El intelectual o el investigador, dice que su vida tiene sentido porque aumenta la comprensión del saber humano, o el soldado que lucha por defender su patria; y el empresario que encuentra sentido en la creación de una nueva compañía, se engañan igual que sus homólogos medievales, que encontraron sentido en los ultramundos, en emprender una cruzada o en construir una catedral nueva…

¿Qué es la felicidad? Quizá la felicidad consista en sincronizar las ilusiones personales, con las ilusiones colectivas dominantes en cada momento de la vida. Muchos han llegado a la conclusión de que los factores sociales, espirituales tienen un impacto en nuestra felicidad, como las condiciones materiales. ¿Acaso en esta sociedad consumista y moderna la gente no padece, a pesar de su prosperidad? ¿Quizá nuestros antepasados menos prósperos encontraron mayor satisfacción en la comunidad, la religión y sus lazos con la naturaleza? ¿Acaso la felicidad depende realmente de engañarse a sí mismo? Amantes formadores de una nueva vida; tal como lo planeaba Nietzsche, si uno tiene una razón por la que vivir, lo puede soportar todo, o casi todo.

Una vida con sentido humanístico(utópico) puede ser muy satisfactorio incluso en medio de penalidades, mientras que una vida sin sentido debe ser una experiencia desagradable y terrible, con independencia de lo confortable que pueda ser. Cuando obtenemos lo que deseamos nos parece que somos mucho más felices. ¡Sobresaltamos de alegría! Pero no cambia el ADN, su bioquímica, y luego vuelve al punto establecido. (O)