Hasta las últimas horas de la tarde de ayer, docenas de turistas todavía seguían paseándose por el centro de Cuenca. Y quienes no estaban allí, estaban en el Cajas, caminando bajo el propio gélido aire de la zona.
Y es que la ciudad, en este Carnaval, recibió la visita de cientos de personas, principalmente de la Costa. Los turistas prefirieron la ciudad y su centro histórico, sus espacios gastronómicos y sus ríos, que viajar a la playa u otros lugares del Ecuador.
Si no, pregunte a aquellos lugares que atendieron en los días de feriado. Las expectativas, en muchos casos, superaron a las previsiones que tenían los comercios y los hoteles de Cuenca.
“Desde el Jueves de Compadres se activó el movimiento por aquí, y desde el viernes tuvimos un 100% de ocupación. El restaurante pasó lleno en estos días de Carnaval. Hubo mucho trabajo”, comentó Juan Diego Fajardo, administrador de La Cofradía, hotel céntrico de Cuenca.
El movimiento de turistas nacionales y extranjeros continuó hasta ayer. En la mañana los visitantes aprovecharon para desayunar en las cafeterías y restaurantes que optaron por abrir.
Luego pasearon por los alrededores de las iglesias céntricas y de las plazas, para después almorzar de camino a sus distintos lugares de origen.
Movimiento en la terminal
En la Terminal Terrestre de Cuenca también hubo movimiento de personas desde la mañana. Buses con aforos casi completos a Guayaquil y al Oriente fueron los primeros en partir a sus destinos. Y en el transcurso del día, cientos de pasajeros iban y venían por los pasillos de la terminal.
Comparado con el año anterior, para las cooperativas que trabajaron en el feriado, el movimiento fue mucho más en este 2023.
“Prácticamente hemos copado en un 80% nuestros viajes. El transporte se ha movido de una manera fructífera… Este año ha sido mejor porque ha incrementado la gente de una manera fuerte”, contó a diario El Mercurio Juan Carlos Cárdenas, de la empresa de transporte “Super Semeria”
Con sus buses de dos pisos, ayer, Super Semeria partió con los visitantes para dejarlos en Guayaquil a través de la vía Cuenca-Cañar-La Troncal, ya que la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme funcionó con intermitencias por un derrumbe en el kilómetro 78.
Vialidad frenó expectativas
Si bien hubo un gran número de visitantes en la ciudad, las estadísticas pudieron haber sido mejores de no ser por la vialidad, según José Luis Correa, presidente de la Asociación Hotelera del Azuay.
De acuerdo a la asociación, la ocupación en los hoteles de la ciudad fue entre un 60 y 65%, cuando se esperaba que llegase a un 90%.
El no haber alcanzado las expectativas que tenían los sitios de alojamiento de Cuenca se debió a la conectividad que volvió a ser interrumpida por los derrumbes que hubo en la vía que conecta la ciudad con la provincia del Guayas a través del Parque Nacional Cajas.
La tarde del sábado 18 de febrero, un derrumbe en el kilómetro 78 de la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme cerró el paso a los viajeros. Recién el domingo se volvió a abrir la vía.
El lunes otro derrumbe en la misma zona impidió el paso de vehículos, y no fue hasta ayer, en la mañana, que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas concluyó con una parte de la limpieza del material pétreo.
“Apenas se conoció que la vía se había cerrado, nosotros empezamos a tener cancelaciones en las reservas…Estamos decepcionados de la vialidad, estamos decepcionados de las autoridades. Porque el tema de la vialidad no es un tema de ahora. Siempre hemos estado reclamando constantemente, no hemos sido atendidos como merecemos”, dijo Correa.
Ante esa realidad, el sector turístico volverá a reunirse para empezar, una vez más, a presionar al Ministerio de Transporte y Obras Públicas por una vialidad que sigue impidiendo que Cuenca y el Azuay desarrolle su potencial como espacios de turismo. (I)
