El metro de Quito

Después de una larga espera de años y años, con incrementos de sobreprecios, fallidas y postergadas inauguraciones, por fin el martes 2 de mayo, se puso oficialmente en marcha el tan esperado medio de transporte público, en la capital de los ecuatorianos, que cuenta con 15 estaciones, y con 22,67 kilómetros de recorrido.

El primer día de funcionamiento hubo un incremento inusitado de pasajeros, del que se tenía previsto.

En la estación Quitumbe, al sur de Quito, la gente hacía largas colas, pero desgraciadamente funcionaban solo dos ventanillas habilitadas para la venta de boletos; no existía el personal adecuado en número ni en adestramiento; todo se volvió un caos, un descontrol, una anarquía, gritos, agresiones verbales, la gente se exasperaba al ver que la demora era de más de 30 minutos, para adquirir un ticket; muchos usuarios ingresaron a la fuerza, sin pagar su boleto.

Debido a los contratiempos sufridos por los pasajeros, el gerente del metro de Quito, reconoció que el sistema que imprime los boletos presentó problemas; además que el código QR no se lee correctamente en las máquinas; que solo se capacitaron a 45 taquilleros, cuando se requieren por lo menos 60; que la demanda de ocupantes se triplicó, en relación a los que venían movilizándose diariamente en la llamada fase de prueba o inducción, que comenzó en enero de este año, etc.

Se informó por las autoridades, enmendar urgente los errores y mejorar el servicio; se pidieron disculpas por los inconvenientes y se decidió no cobrar los pasajes por este día; pero como todas las cosas en nuestro país, a los pocos minutos se cambia la medida, y se pone en vigencia el cobro de los pasajes.

El día miércoles 3, y el jueves 4 de mayo se dieron los mismos conflictos. Nos preguntamos ¿para que sirvió la fase de inducción de más de 5 meses de ensayos? ¡Realmente fue un tiempo perdido, no hubo la planificación responsable y necesaria!

El nuevo alcalde quiteño, el de la “Revolución Ciudadana”, ya salió al frente vociferando en forma pertinaz sus primeras críticas; ojalá él pueda solucionar a la brevedad posible este engorroso problema, sin duda que sí, ya que ellos todo lo pueden y todo lo transforman. (O)