Una terapia génica para inhibir la producción de una hormona induce la contracepción a largo plazo de las gatas domésticas, lo que podría constituir, en un futuro, una alternativa segura y eficaz a la esterilización quirúrgica del animal, publica hoy Nature Communications.
El estudio, encabezado por David Pépin, del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.) comprobó el efecto en las felinas durante más de dos años, aunque los investigadores confían en que se pueda mantener durante “mucho más tiempo”.
Sin embargo, Pépin dijo que “puede que esta tecnología se adelante un poco a su tiempo», pues no existe aún la infraestructura necesaria para producir dosis suficientes para esterilizar a millones de gatos mediante terapia génica.
El objetivo era demostrar que se puede lograr una anticoncepción permanente segura y eficaz en animales de compañía con terapia génica y los autores esperan que, según aumente la capacidad de fabricación de vectores, sea factible administrarlo sobre el terreno para controlar las poblaciones de gatos de exterior sin dueño. El estudio demostró que una dosis única de terapia génica con hormona antimülleriana (AMH) puede inducir la anticoncepción a largo plazo en la gata doméstica.
Durante una investigación previa para evaluar como método para proteger la reserva ovárica en mujeres sometidas a quimioterapia, Pépin, descubrió que elevar el nivel de AMH por encima de un determinado umbral suprimía el crecimiento de los folículos ováricos, impidiendo eficazmente la ovulación y la concepción.
La AMH es una hormona no esteroidea de origen natural producida por los ovarios en las hembras humanas y otros mamíferos y en los testículos en los machos, explicó la también autora de la investigación Patricia Donahoe del Hospital General de Massachusetts.
Para elevar los niveles de AMH en gatas domésticas, los investigadores crearon un vector de terapia génica viral adenoasociado (AAV) con una versión ligeramente alterada del gen AMH felino.
«Una sola inyección del vector de terapia génica hace que los músculos del gato produzcan AMH, que normalmente solo se produce en los ovarios, y eleva el nivel general de AMH unas cien veces por encima de lo normal», indicó Pépin.
Los investigadores trataron a seis gatas con la terapia génica en dos dosis diferentes y otras tres sirvieron de control, tras lo que se introdujo un macho en la colonia de hembras para dos pruebas de apareamiento de cuatro meses de duración.
Los investigadores siguieron a las gatas durante más de dos años, evaluando el efecto del tratamiento sobre las hormonas reproductivas, los ciclos ováricos y la fertilidad.
Ninguna de la gatas tratadas con la terapia génica tuvo gatitos, mientras que las del grupo de control todas tuvieron camadas.
La supresión del desarrollo del folículo ovárico y de la ovulación no afectó a hormonas importantes como el estrógeno, ni se observaron efectos adversos en ninguna de las felinas, demostrando que con las dosis tratadas la terapia génica era segura y bien tolerada. EFE